Disponible el primer exoesqueleto del mundo para niños con atrofia muscular espinal

El exoesqueleto pediátrico patentado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, que es el primer exoesqueleto del mundo que ayuda a caminar a pacientes pediátricos afectados por atrofia muscular espinal, ha recibido el marcado CE para su comercialización internacional. Este distintivo es un “pasaporte” que garantiza el cumplimiento de las directivas de la Unión Europea y permitirá llevar el exoesqueleto a hospitales y clínicas de rehabilitación a nivel internacional para ser utilizado en el tratamiento de niños con atrofia muscular espinal o con parálisis cerebral.

Se calcula que el dispositivo podría ser útil para 17 millones de niños en el mundo.

El dispositivo, denominado ATLAS 2030, pesa 12 kilos y está fabricado en aluminio y titanio.

La atrofia muscular espinal es una enfermedad neuromuscular degenerativa que afecta en España a uno de cada 10.000 bebés. La pérdida de fuerza vinculada a la enfermedad impide a los niños caminar y, a consecuencia de ello, desarrollan complicaciones como escoliosis, osteoporosis e insuficiencia respiratoria. Para combatir los efectos de la enfermedad, el exoesqueleto ATLAS 2030 cuenta con motores en sus 10 articulaciones que imitan el funcionamiento del músculo humano y proporcionan al paciente la fuerza que requiere para mantenerse en pie.

La estructura consta de largos soportes, llamados ortesis, que se adaptan a las piernas y al tronco del niño sin la necesidad de control torácico. Ello permite al paciente moverse en todas las direcciones, bien al interpretar y responder ante el movimiento que quiere realizar el paciente o bien al reproducir un patrón de marcha específico fijado para cada niño. Esta terapia robótica puede acompañar al paciente pediátrico en su recuperación entre los cuatro y los diez años.

“La principal dificultad para desarrollar este tipo de exoesqueletos pediátricos consiste en que los síntomas de las enfermedades neuromusculares varían con el tiempo tanto en las articulaciones como en el conjunto del cuerpo. Por eso es necesario un exoesqueleto capaz de adaptarse a estas variaciones de forma autónoma”, explica Elena García Armada, investigadora del Centro de Automática y Robótica (CSIC – Universidad Politécnica de Madrid) y cofundadora de Marsi Bionics.

La atrofia muscular espinal es una de las enfermedades neuromusculares degenerativas más graves de la infancia. Se considera la segunda causa principal de enfermedades neuromusculares, con una incidencia de 4 afectados por cada 100.000 personas, lo que en España supone que entre 300 y 400 familias cuentan con algún miembro afectado.

Tiene un origen genético, su principal consecuencia es la debilidad muscular generalizada y se divide en tres tipos. El tipo 1 se diagnostica a los pocos meses de nacer y genera una alta mortalidad durante los primeros 18 meses de vida. El tipo 2 se evidencia entre los 7 y los 18 meses provocando la incapacidad para andar. El tipo 3 se diagnostica a partir de los 18 meses y muestra sus principales síntomas en la adolescencia, cuando el paciente pierde la capacidad de caminar.

El exoesqueleto va dirigido a los pacientes de tipo 2, que no llegan a caminar nunca, lo que provoca un importante deterioro de su estado.

La misma tecnología base puede adaptarse a otras aplicaciones prácticas. Por ejemplo, recientemente el equipo ha puesto a punto la MAK Active Knee, una rodilla robótica portátil pensada para rehabilitar el caminar de personas operadas, que han sufrido un ictus o con ciertas enfermedades musculares. Se trata de un diseño que permite imitar el movimiento del músculo humano para reducir el dolor asociado a la rehabilitación de cualquier cirugía articular.

“Cualquier paciente que haya tenido una artroplastia total de rodilla puede rehabilitarse sin dolor utilizando este exoesqueleto. Permite aportar al usuario seguridad y control ante la sintomatología articular compleja de las enfermedades neurológicas, al mismo tiempo que ofrecen un patrón de marcha estable sobre cualquier superficie indicado para todos los casos de debilidad muscular”, concluye García Armada.

Fuente: noticiasdelaciencia.com