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Diseñan una máquina para que se te quite la borrachera

Este aparato para eliminar el alcohol en sangre facilita que el usuario pueda hiperventilar sin marearse por una pérdida de dióxido de carbono

Existen todo tipo de remedios caseros para reducir los niveles de alcohol en sangre rápidamente e intentar “engañar” al alcoholímetro. Desde beber café hasta masticar chicles de menta, pasando por beber mucha agua o chupar pilas. Ninguno de ellos sirve. En serio, no chupes pilas. Bajo ningún concepto. Sin embargo, sí que parece ser útil el aparato para eliminar el alcohol en sangre que acaba de diseñar un equipo de científicos de la Red de Salud de la Universidad de Canadá.

Se basa en un método que podríamos hacer nosotros mismos, sin ningún artilugio, aunque posiblemente nos costaría un desmayo o algún otro síntomas peligroso. Por eso, básicamente lo que han hecho estos investigadores, cuyo trabajo se acaba de publicar en Scientific Reports, es evitar que se genere ese indeseado efecto secundario. De momento, solo lo han hecho con un grupo muy reducido de personas, pero los resultados son muy alentadores.

Los pasos de nuestro cuerpo para librarse del alcohol

Cuando bebemos alcohol, aproximadamente el 90% del etanol se metaboliza en el hígado. Este órgano tiene su ritmo de trabajo y no se acelerará por mucho que lo deseemos. El 10% restante se elimina a través de los riñones y los pulmones. Los primeros tampoco son muy buenos excediéndose de sus tiempos. Sin embargo, a los segundos sí que podemos “meterles un poco de prisa”.

Basta con algo tan sencillo como hiperventilar. Cuanto más rápido soltemos el aire, más etanol saldrá con él, como cuando soplamos en el alcoholímetro. El problema, según ha explicado en un comunicado el autor principal del estudio, el doctor Joseph Fisher, es que si lo hacemos nosotros solos acabaremos mareándonos y desmayándonos.

Esto se debe a un desequilibrio en los niveles de dióxido de carbono. A grandes rasgos, cuando respiramos introducimos oxígeno en nuestros pulmones y cuando exhalamos dejamos salir el dióxido carbono. Si respiramos a un ritmo normal, el equilibrio entre estos gases será adecuado. No obstante, si exhalamos muy deprisa, los niveles de CO2 en sangre caerán abruptamente. Esto supone un aumento del pH, que desencadenará un trastorno, conocido como alcalosis respiratoria, que se caracteriza por síntomas como mareos, hormigueo en labios y extremidades, desmayos e incluso convulsiones. El precio a pagar por librarnos de esas copas de más sería muy elevado, pero se solventa gracias al aparato para eliminar alcohol en sangre que han diseñado estos científicos.

Así es el aparato para eliminar el alcohol en sangre

En realidad, la máquina presentada por el equipo del doctor Fisher es muy sencilla. Básicamente, lo que hace es tomar parte el dióxido de carbono exhalado por el usuario y devolverlo a su torrente sanguíneo. Mientras tanto, el etanol sí sigue saliendo a la velocidad a la que este siga soltando el aire.

Por el momento, el aparato para eliminar el alcohol en sangre ha sido probado por cinco hombres sanos, con concentraciones de etanol de un 0’1%.

Los resultados fueron tres veces más rápidos que mediante una respiración normal y no causaron síntomas adversos. Los usuarios lo describieron como un procedimiento aburrido, pero no incómodo.

El siguiente paso será comprobar cómo funciona en un entorno clínico; pues, por muy sencillo que sea, alguien muy borracho podría necesitar ayuda de profesionales sanitarios para usarlo. De cualquier modo, cabe destacar que este dispositivo iría dirigido a personas que se han tomado alguna copa de más en un momento puntual. No librará de la cirrosis a un alcohólico ni del coma etílico a alguien que ha bebido cantidades muy por encima de las seguras. Y al hablar de cantidades seguras es esencial remarcar que la más segura es ninguna.

Este artilugio no nos salvará de los efectos del alcohol, que sigue siendo igual de peligroso. Por otro lado, es importante recordar también que el aparato nos ayuda a ver cómo se encuentran nuestros niveles de alcohol, por lo que todo estaría controlado. Hiperventilar sin más no nos servirá pues no sabemos cuándo será suficiente y, además, lo más probable es que nos desmayemos antes de conseguirlo. No obstante, si en un futuro se llegara a implantar el invento, podría ayudarnos a despejarnos en momentos muy concretos e incluso a poder conducir sin poner nuestra vida y la del resto de conductores en riesgo. Porque eso es lo importante. La multa es secundaria.

Fuente: BBC