Crean una computadora biológica con agua y sal capaz de imitar funciones del cerebro humano
Este tipo de hallazgos permite generar sistemas que no generen un gran impacto energético en el planeta y ayuden a ahorrar recursos útiles.
Un equipo de investigadores ha logrado un importante avance en el campo de la computación neuromórfica al demostrar que es posible construir una computadora biológica que imita el funcionamiento del cerebro humano utilizando únicamente agua y sal.
Según un artículo publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, este desarrollo representa un paso crucial hacia la creación de ordenadores más eficientes energéticamente, inspirados en las capacidades del cerebro humano.
El proyecto fue llevado a cabo por físicos teóricos de la Universidad de Utrecht, en los Países Bajos, en colaboración con físicos experimentales de la Universidad Sogang de Corea del Sur.
Los científicos lograron replicar el comportamiento de las sinapsis cerebrales, las conexiones entre neuronas responsables de transmitir y procesar información, usando un medio compuesto por agua y partículas de sal disueltas, conocidas como iones.
Cómo esta computadora imita el funcionamiento del cerebro humano
Esta parte del ser humano es una máquina biológica altamente eficiente que opera con un consumo energético mínimo. A diferencia de los ordenadores convencionales, que requieren hardware complejo y grandes cantidades de energía, el cerebro utiliza agua y iones para realizar funciones cognitivas avanzadas.
Según el equipo de investigación, este modelo biológico ha servido como inspiración para desarrollar sistemas computacionales más sostenibles y eficientes. Las sinapsis, que son las uniones entre las neuronas, desempeñan un papel fundamental en el procesamiento de información en el cerebro.
Estas estructuras utilizan iones, que son átomos o moléculas cargados eléctricamente, disueltos en agua, para transmitir señales. Asimismo, el estudio evidenció que este mismo principio puede aplicarse en la creación de sinapsis artificiales, capaces de procesar información compleja de manera similar.
Qué área de investigación está potenciando la computación
El desarrollo de este ordenador biológico se enmarca dentro del campo de la computación neuromórfica iontrónica, una disciplina emergente que busca replicar las capacidades del cerebro humano en sistemas artificiales.
Este enfoque no solo tiene el potencial de mejorar la eficiencia energética de los ordenadores, sino que podría abrir nuevas posibilidades en áreas como la inteligencia artificial y el aprendizaje automático.
Tim Kamsma, investigador de la Universidad de Utrecht y autor principal del estudio, explicó la relevancia de este avance: “Aunque ya existen sinapsis artificiales capaces de procesar información compleja basadas en materiales sólidos, ahora demostramos por primera vez que esta hazaña se puede lograr usando agua y sal”.
Según Kamsma, este descubrimiento representa un paso importante hacia la creación de sistemas computacionales, que repliquen de forma más precisa el funcionamiento del cerebro humano.
Cuáles implicaciones y futuro tiene esta tecnología basada en agua y sal
El desarrollo de sinapsis artificiales basadas en agua y sal podría tener grandes implicaciones en el sector tecnológico. Al utilizar un medio similar al del cerebro humano, estos sistemas podrían reducir drásticamente el consumo energético asociado con los ordenadores actuales.
Además, esta tecnología podría facilitar la creación de dispositivos más compactos y sostenibles, capaces de realizar tareas complejas con mayor eficiencia. Aunque el estudio representa un avance prometedor, los investigadores reconocen que aún queda mucho por explorar antes de que esta tecnología pueda ser implementada a gran escala.
Sin embargo, los resultados obtenidos hasta ahora sugieren que la computación neuromórfica iontrónica podría convertirse en una alternativa viable a los sistemas computacionales tradicionales en el futuro.
Cómo se puede llegar a una mejor convergencia entre biología y tecnología
El éxito inicial de este proyecto refleja la importancia de la colaboración interdisciplinaria en el desarrollo de nuevas tecnologías. Al combinar conocimientos de física teórica y experimental, los equipos de cada universidad han demostrado que es posible superar las limitaciones de los sistemas computacionales actuales mediante la integración de principios biológicos.
Este avance abre nuevas posibilidades en el diseño de ordenadores, y plantea varias preguntas fundamentales sobre la relación entre biología y tecnología.
A medida que los científicos continúan explorando el potencial de la computación neuromórfica, es probable que surjan nuevas aplicaciones y desafíos en este campo en rápida evolución.
Fuente: Infobae