Crean hidrogel que puede absorber el impacto de proyectiles

Investigadores británicos desarrollan un nuevo hidrogel capaz de absorber disparos a 1,5 kilómetros por segundo y conservar el proyectil.

Los móviles siguen avanzando tecnológicamente año tras año, pero uno de sus mayores problemas continúa siendo un gran quebradero de cabeza para los usuarios: la fragilidad de sus componentes, especialmente las pantallas.

Aunque en España hay numerosos modelos ultrarresistentes, diseñados para absorber los impactos más fuertes y resistir condiciones extremas, las sucesivas mejoras en tecnologías como el Gorilla Glass no los han hecho irrompibles.

Una reciente investigación a cargo de científicos de la Universidad de Kent (Reino Unido) está a punto de cambiar las cosas, aunque su objetivo no fuera ese en un primer momento.

El avance, que se basa en una proteína de las células humanas llamada talina, implica la creación de un nuevo material que puede absorber el impacto de todo tipo de proyectiles, incluidos los disparados a velocidades superiores a la del sonido.

El material podría servir en la industria aeroespacial y hasta en la fabricación de carcasas para móviles, que los convertirían en prácticamente indestructibles.

Chalecos antibalas

El principal uso de este nuevo material está destinado a mejorar los chalecos antibalas y equipos de protección de policías y militares, ya que potencias como China ya están desarrollando experimentos con balas hipersónicas que «hacen cráteres en el cuerpo».

Los disparos de las balas contra cerdos, llevados a cabo para comprender los efectos del impacto de las armas hipersónicas simulando un cuerpo humano, se produjeron a una velocidad de 4.000 metros por segundo.

Un chaleco antibalas fabricado con el innovador material basado en la talina sería eficaz de proteger a quien lo lleve contra proyectiles disparados a esa velocidad.

Amortiguación de impactos

El cuerpo humano y el reino animal en su conjunto guardan todavía muchos secretos que pueden ser utilizados para desarrollar materiales con propiedades mecánicas innovadoras.

El problema es que, fuera del sector biomédico, pocos científicos han aprovechado estos recursos naturales para el desarrollo de materiales que ofrezcan mejoras de los ya existentes en el mundo real, fuera de un laboratorio.

Fuente: elespanol.com