Basándose en las medusas, crean unos robots blandos sin estructura rígida en su interior

Un grupo de investigadores ha desarrollado un robot con forma de medusa formado completamente por materiales blandos. Son más rápidos que las medusas reales, pero también son más eficientes en energía.

Este verano las playas volverán a recibir las visitas de las medusas. No son visitas agradables por su picadura, pero estos seres vivos están sirviendo para mejorar la tecnología de la robótica. Un grupo de ingenieros se ha inspirado en ellas para desarrollar unos robots medusas que desafían las leyes de la propia naturaleza.

Los investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y la Universidad de Temple son los responsables de estos nuevos robots denominados como “blandos”. No son los primeros que se inspiran en la vida marina para desarrollar nuevas máquinas, pero han conseguido que su diseño nade mucho más rápido que las propias medusas reales.

“Nuestro trabajo anterior se centró en hacer robots blandos inspirados en guepardos, y aunque los robots eran muy rápidos, todavía tenían una columna interna rígida” ha explicado Jie Yin, profesor asistente de ingeniería aeroespacial y mecánica en NC State en el artículo publicado en la revista Advanced Materials Technologies. Su siguiente objetivo era crear un robot completamente blando, sin ningún tipo de estructura interna rígida y que éste se moviera con firmeza y rapidez.

Los robots con forma de medusa que ves en el vídeo, están compuestos por dos capas unidas de polímero elástico. La primera capa está tensada, al contrario que la segunda, mientras con un canal de aire consiguen bombear el robot para que su cuerpo se flexione como lo haría una medusa y así se desplace por el agua.

Con ese juego de capas tensadas o en reposo consiguen darle vida al robot, un mecanismo que también se puede usar en otros diseños como un robot gusano que se desliza sólo o el último robot que aparece en el vídeo que sirve como garra para coger objetos.

El resultado más interesante de este nuevo diseño de robot blando es que en las pruebas el mecanismo ha conseguido alcanzar una velocidad de 53,3 milímetros por segundo. Puede parecer más lento que una tortuga, pero si os decimos que la velocidad media de una medusa real es de 30 milímetros por segundo, parece que el robot va como un cohete en el agua.

No obstante, hacer carreras con las medusas en el mar no es el objetivo de este robot blanco. La investigación de estos ingenieros podría, como hemos visto, servir para desarrollar brazos más flexibles y fuertes en los robots.

También se suelen destinar los robots blancos a tareas como la medicina donde se necesitan materiales suaves que puedan tratar con delicadeza a los pacientes en los tratamientos o, incluso, podría usarse para explorar los mares y controlar la contaminación o devastación del fondo marino, los usos de los robots blandos son infinitos.

Fuente: computerhoy.com