La técnica CRISPR-Cas, conocida por su capacidad para editar el ADN, se beneficia de un sistema de memoria natural. Cuando elementos genéticos extraños invaden una célula, las proteínas CRISPR-Cas pueden capturar fragmentos cortos de ácidos nucleicos del invasor e integrarlos en matrices genéricas CRISPR como espaciadores. Los espaciadores están integrados en la secuencia de su apariencia, esencialmente creando una línea de tiempo.
Los científicos, liderados por Ravi U. Sheth, han desarrollado una forma de utilizar la tecnología CRISPR para registrar las señales biológicas temporales en el ADN dentro de células vivas.
Para conseguir esto, Sheth y sus colegas desarrollaron una técnica, llamada grabación temporal en matrices por expansión CRISPR (o TRACE por sus siglas en inglés), que utiliza este sistema de memoria propio de CRISPR. TRACE se basa en bits genéticos, llamados «espaciadores de activación», que están diseñados para codificarse en el genoma bacteriano cuando se exponen a una señal de selección. Al probar TRACE en células de Escherichia coli, descubrieron que podía registrar exitosamente hasta tres señales biológicas diferentes en el transcurso de tres días.
El avance, cuyos resultados se publicaron en Science, podría aprovecharse para registrar las fluctuaciones de los metabolitos, los cambios en la expresión genética y la información asociada al linaje en las poblaciones celulares, entre otros procesos.
Fuente: Science