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UNAM revela qué es lo que siente un perrito cuando es abandonado

El abandono en los perros no solo conduce a un cambio en su estado emocional, sino también, puede perjudicar su salud física

El abandono de los perros no solo significa perder un hogar. De acuerdo con especialistas de la UNAM, también implica consecuencias emocionales profundas que muchas veces pasan desapercibidas para los dueños. La ruptura de un vínculo con su cuidador puede convertirse en un evento traumático que afecta tanto su conducta como su salud física.

Lejos de ser simples mascotas, los lomitos son animales sociales capaces de establecer lazos de apego muy similares a los de los humanos. Cuando esos lazos se rompen, los cambios en su comportamiento son evidentes. ¿Qué siente realmente un perrito cuando es abandonado? La ciencia lo explica y sus hallazgos revelan un panorama que todos deberíamos conocer.

Perritos se deprimen tras el abandono: UNAM

De acuerdo con la especialista Sofía R. Viniegra, de la UNAM, el abandono sí puede considerarse una forma de trauma para los perros. Muchos desarrollan lo que se conoce como “inhibición conductual”, un estado en el que parecen tranquilos, pero en realidad están deprimidos y desconectados del entorno. Esto se traduce en actitudes como la falta de interés por jugar, la negativa a comer, el aislamiento e incluso permanecer inmóviles sin reaccionar a estímulos.

Además, el impacto no es únicamente emocional. El estrés crónico debilita el sistema inmunológico de los lomitos, lo que los hace más vulnerables a enfermedades. Este conjunto de consecuencias demuestra que el abandono no es solo un acto de irresponsabilidad, sino también una forma de maltrato que deja heridas invisibles en el bienestar del animal.

Cuáles son las características de un perrito abandonado

Los perros que han sufrido abandono suelen presentar señales muy claras de su trauma. Entre ellas destacan:

  • Apatía y tristeza: dejan de jugar o de mostrar entusiasmo
  • Pérdida de apetito: rechazan el alimento sin razón aparente
  • Aislamiento: evitan el contacto con personas u otros animales
  • Ansiedad: lloran, ladran en exceso o muestran conductas destructivas
  • Problemas de salud: debido al estrés prolongado, su sistema inmunológico se ve afectado

Aunque estas características reflejan un profundo dolor emocional, la buena noticia es que con paciencia, amor y acompañamiento profesional, un perro abandonado puede rehabilitarse. El apoyo veterinario y etológico, junto con un entorno estable y afectuoso, son claves para su recuperación.

Fuente: gluc.mx

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