Una expedición a Alaska encontró un ser vivo dorado inclasificable

Es dorado, mide 10 centímetros, vive en las faldas de un volcán extinto y los científicos no saben qué es

Una criatura marina de color dorado hasta ahora inclasificable fue hallada a 3 mil metros de profundidad. El organismo, conocido provisionalmente como “el orbe”, es nativo del Golfo de Alaska y fue descubierto accidentalmente en las faldas de un volcán extinto, según afirma la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).

El espécimen dorado tiene una textura lisa y forma de cúpula, con una longitud de alrededor de 10 centímetros. Fue encontrado por el robot de expedición Okeanos Explorer de la NOAA, aferrado a una roca marina y oculto entre algunas esponjas marinas. Inicialmente, el equipo pensó que se trataba de la cáscara de un huevo o restos de plástico humano. Al acercarse, notaron que tenía un orificio que revelaba su interior. Se movía como un ser vivo. Fue el 30 de agosto, durante la séptima inmersión de la expedición Seascape Alaska 5, cuando se percataron de su naturaleza biológica. A pesar de casi dos semanas desde su descubrimiento, aún no ha sido identificado.

El orbe dorado sigue siendo un misterio, pero la NOAA aclara que están trabajando para investigar su naturaleza. La criatura tiene una piel muy delicada (se quebró cuando el robot la tocó) y, al ser recolectada con un tubo de succión, pareció resistirse. Los científicos no saben si este espécimen está asociado a alguna especie conocida de esponja marina, si es una nueva especie de ser vivo o si representa una etapa de vida de un organismo existente.

“Probablemente no aprenderemos más hasta que podamos llevarlo a un laboratorio donde podamos seguir aprovechando la experiencia colectiva de la comunidad científica con herramientas más sofisticadas de las que podemos mantener en el barco. Si bien es un poco humillante quedar perplejos ante este hallazgo, sirve como recordatorio de lo poco que sabemos sobre nuestro propio planeta y cuánto queda por aprender y apreciar sobre nuestro océano”, explicó Sam Candio, coordinador del proyecto de exploración y mapeo con vehículos remotos en el Golfo de Alaska.

Las expediciones en el territorio del norte comenzaron el 23 de agosto y concluirán el 16 de septiembre. Según la información proporcionada por la página oficial de la NOAA, el objetivo de esta misión es llenar los vacíos en la comprensión de la región del Golfo de Alaska mediante el mapeo de las aguas profundas. Reconocen que tienen muy pocos datos sobre el fondo marino y, por lo tanto, están llevando a cabo una investigación exhaustiva sumergiéndose en las aguas, como auténticos pioneros, mientras utilizan drones marinos equipados con manos, cámaras en alta definición y tubos de succión.

Para los biólogos marinos, descubrir nuevas criaturas acuáticas en los mares de temperaturas frías es una actividad común. Se estima, de manera conservadora, que al menos el 70% de las especies marinas son desconocidas para la comunidad científica. Los investigadores trabajan arduamente para enriquecer el catálogo de la fauna que habita en los océanos. A mediados de agosto, por ejemplo, investigadores de la Universidad de California identificaron una nueva especie de pluma de mar llamada Promachocrinus fragarius en el Océano Antártico. Esta especie posee 20 brazos de color pardo, alcanza hasta 20 centímetros de longitud y cuenta con una cabeza con forma de fresa.

Fuente: es.wired.com