Científicos de todo el mundo han dado con el que se cree que es el momento más violento, en términos energéticos, de toda la historia de la Vía Láctea. Al parecer, en este punto tuvieron lugar más de 100.000 explosiones estelares o supernovas.
Esta investigación, que ha sido publicada en la revista Nature Astronomy, ha contado con la colaboración de distintos profesionales, entre los que se encuentra personal del Instituto de Astrofísica de Andalucía, que forma parte del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Según ha adelantado la agencia EFE, el estudio Galacticnucleus, que ha echado mano de un nuevo sistema de muestreo de las regiones centrales de la Vía Láctea, supone la reconstrucción de la línea temporal de esta galaxia. A partir de él se ha podido deducir que la formación de estrellas no ha sido constante, sino más bien variable, hasta el punto de sufrir «abruptos altibajos».
Largos períodos de inactividad contenida
El momento más violento se ha detectado al analizar una muestra de estrellas «cien veces superior a la de proyectos anteriores». La región central de la Vía Láctea es la parte más fácil de estudiar en detalle, puesto que cuenta con un agujero negro supermasivo rodeado de una gran cantidad de estrellas.
«Por primera vez hemos obtenido una visión detallada del proceso de formación de las estrellas en una gran región del centro galáctico», ha señalado el investigador Rainer Schödel, astrónomo del Instituto de Astrofísica de Andalucía y coordinador del proyecto Galacticnucleus.
El astrofísico Francisco Nogueras-Lara, primer autor del estudio y adscrito al Instituto Max Planck de Astronomía en Heidelberg (Alemania), ha precisado que «al contrario de lo que se esperaba, hemos descubierto que la formación de las estrellas no ha sido continua».
Según sus investigaciones, alrededor del 80 % de las estrellas en el centro de esta galaxia se formaron hace entre 8.000 y 13.000 millones de años aproximadamente. Tras este período, le siguió otro de unos 6.000 millones de años en los que la formación de estrellas fue prácticamente nula.
El mecanismo que ha posibilitado el descubrimiento
Fue tras este tiempo cuando tuvo lugar un «intenso estallido de formación estelar», que ocurrió hace unos 1.000 millones de años. Nogueras-Lara describe a la Vía Láctea en este período como una galaxia starburst, con «un ritmo de formación estelar de más de cien masas solares por año, muy superior a la tasa actual de la Vía Láctea, que oscila anualmente entre una y dos masas solares».
«Este estallido de actividad, que resultó en la explosión de más de 100.000 supernovas, fue probablemente uno de los eventos más enérgicos en toda la historia de la Vía Láctea», ha precisado Schödel.
Lo que caracteriza a las estrellas de este período es su corta vida, ya que queman su combustible, el hidrógeno nuclear, mucho más rápido que las estrellas una masa menor y culminan sus vidas con violentas explosiones de supernova. Tras este gran estallido le siguió, de nuevo, un largo tiempo de inactividad. No obstante, en las últimas decenas de millones de años el centro galáctico ha estado formando estrellas a un ritmo relativamente alto.
La investigación, financiada por el Consejo Europeo de Investigación, ha sido posible gracias a las observaciones del centro galáctico realizadas con el instrumento «HAWK-I» del telescopio VLT (del Observatorio Austral Europeo) en el desierto de Atacama (Chile). Esta cámara infrarroja, capaz de ver a través de las nubes de polvo del centro galáctico, hizo posible la obtención de la imagen más detallada de ese centro, publicada en octubre; para ello se estudiaron más de tres millones de estrellas, cubriendo un área correspondiente a más de 60.000 años luz cuadrados.
Fuente: rtve.es