La NASA aclaró que no representa una amenaza, pero se unirá a las sobre 20,000 piezas chatarra que dan la vuelta a la Tierra
Un astronauta en una caminata espacial añadió el viernes a los millones de trozos de chatarra que orbitan la Tierra, al perder un pequeño espejo cuando salió de la Estación Espacial Internacional para reparar una batería.
El comandante Chris Cassidy dijo que el espejo se alejó flotando a un pie por segundo.
El Control de Misiones dijo que el espejo se desprendió del traje espacial de Cassidy. El objeto perdido no representa una amenaza para la caminata espacial ni para la estación, dijo la NASA.
Aunque millones de trozos de chatarra espacial flotan alrededor de la Tierra, más de 20,000 objetos, incluyendo partes de cohetes viejos y satélites desactivados son lo suficientemente grandes para ser rastreados para proteger la seguridad de la estación internacional y satélites activos.
Los astronautas en caminata espacial llevan un espejo en cada manga para tener una vista más amplia cuando trabajan. El espejo mide apenas 15 x 3 pulgadas.
El espejo se desprendió en la oscuridad. Más tarde, cuando estaba a la luz, Cassidy inspeccionó su manga en busca de pistas que pudieran explicar cómo se desprendió. “No hay daños en el tejido ni nada similar”, le dijo al Control de Misiones.
Cassidy y Bob Behnken, quien le siguió, sin incidentes, completaron la primera de al menos cuatro caminatas para reemplazar viajas baterías.
Una vez las nuevas baterías de iones de litio estén instaladas, el laboratorio espacial deberá funcionar sin problemas por el resto de su vida operativa, de acuerdo con la NASA. Las baterías, mas eficientes que las de níquel-hidrógeno que reemplazan— dan energía a la estación cuando está en el lado nocturno de la Tierra.
El remplazo de baterías comenzó en 2017, cuando tripulaciones anteriores instalaron 18 baterías de iones de litio, la mitad de las viejas que reemplazaban.
Cassidy y Behnken van a conectar seis más para completar al trabajo, una tarea engorrosa: cada batería mide aproximadamente un metro de alto y uno de ancho, con una masa de 180 kilos (400 libras).
Se espera que las caminatas continúen hasta el final del julio, antes de que Behnken regrese a la Tierra en agosto a bordo de una cápsula SpaceX Dragon.
Fuente: elnuevodia.com