Tu gato podría ser un psicópata, pero unos científicos ahora tienen un test para confirmarlo
Los gatos son los animales de compañía favoritos junto con los perros, pero su temperamento es muy distinto
Los gatos son criaturas misteriosas. A veces cariñosos, a veces distantes, nos hacen preguntarnos qué pasa realmente por sus cabezas. Pueden estar mimosos y, de repente, lanzarte un zarpazo, o simplemente mirarte con indiferencia un día que les necesitas tú a ellos. Por eso, se dice muy a menudo que somos dueños de los perros, pero que los gatos son los nuestros, es más, es más listo que tu hijo. Al fin y al cabo, ellos hacen y deshacen a su antojo, más como compañeros de piso que como verdaderamente mascotas, y es el motivo por el que los queremos tanto y por el que incluso los hackers lo saben a ciencia cierta.
Ahora, un grupo de científicos de la Universidad de Liverpool, en Reino Unido, ha publicado un artículo en la revista Journal of Research in Personality con el desarrollo de una herramienta que podría arrojar algo de luz sobre la psique felina: un cuestionario que evalúa el nivel de psicopatía en nuestros compañeros gatunos.
Inspirados por la curiosidad de comprender mejor las personalidades de sus propios gatos, la psicóloga Rebecca Evans y su equipo diseñaron un test basado en el modelo triárquico de la psicopatía, que habitualmente se utiliza en humanos. Este modelo analiza tres rasgos clave: la audacia, la maldad y la desinhibición.
Tú también puedes hacerle el cuestionario a tu gato
El cuestionario, disponible en línea bajo el nombre de CAT-Tri+, recopila información sobre diversos aspectos del comportamiento del gato. ¿Es aventurero o temeroso? ¿Cómo reacciona ante el peligro o ante la presencia de otros gatos? ¿Necesita estimulación constante o prefiere la tranquilidad? ¿Respeta las normas de la casa o hace lo que le place? Estas son solo algunas de las preguntas que se plantean a los dueños de los gatos con el objetivo de discernir cuáles podrían ser las tendencias del animal y si tiene conductas psicopáticas o no.
Además, se exploran comportamientos relacionados con cambios repentinos de humor, agresión hacia personas desconocidas y reacciones a las caricias. Los dueños deben calificar cada aspecto en una escala que va desde «no describe a mi gato» hasta «describe a mi gato extremadamente bien». También se incluyen factores que miden la antipatía hacia los humanos y otros animales, para obtener una visión más completa de la relación entre el gato y su entorno. A veces los gatos son muy amorosos con los humanos, pero extremadamente competitivos con otros gatos, por ejemplo.
La Dra. Evans explica que su propio gato, Gumball – sí, como el de la serie de dibujos -, que obtuvo una puntuación alta en desinhibición, la inspiró a realizar esta investigación. «Gumball puede ser bastante vocal, busca la cercanía y es excitable», comenta. Este tipo de personalidad lo hace amigable y bastante más afín a los humanos que otros animales de esta especie.
Según Evans, es probable que todos los gatos posean un cierto grado de psicopatía, ya que este rasgo habría sido beneficioso para sus ancestros a la hora de obtener de recursos como comida, territorio y oportunidades de apareamiento. Aunque su mayor éxito fue el de conectar tan bien con los humanos, aunque también pudiera ser el origen de su rivalidad con los perros.
Con este test, los investigadores no pretenden etiquetar a los gatos como si fueran malvados, ya que realmente son dueños de gatos. Realmente su objetivo es comprender mejor sus necesidades y mejorar la convivencia. El estudio, que analizó la relación entre 2.042 dueños y sus gatos, también reveló algunos patrones interesantes. La desinhibición y la antipatía hacia otros animales se asociaron con una mejor calidad en la relación entre el gato y el dueño, pero aquellos que son más audaces y nerviosos o que hacen actos de maldad suelen tener peores relaciones con los dueños. Algo que, por otro lado, es lógico.
En un mundo donde muchos gatos son abandonados o llevados a refugios, esta investigación busca identificar comportamientos problemáticos que puedan ser modificados con ajustes en el entorno o en el entrenamiento. Ahí es donde entran las herramientas que han puesto los investigadores a disposición de todo el mundo para tratar de mejorar estas relaciones entre dos especies que llevan milenios conviviendo en armonía.
Fuente: lavanguardia.com