Tomar fotografías no hace que te pierdas el momento, según un estudio
El lunes fui parte de los millones de personas que observaron a la Luna cubrir al Sol durante el eclipse en Estados Unidos. Cuando me preparaba, unos días antes, pensaba cómo me gustaría pasar los escasos dos minutos que duraría la oscuridad total, cuando el día sucumbe, por un breve instante, a la noche iluminada por la corona solar. ¿Debía intentar capturar la experiencia en fotografías o debía sumergirme en la experiencia lo más profundo posible?
De acuerdo con un estudio publicado recientemente en Psychological Science, es probable que esos dos propósitos no se opongan. En varios experimentos, unos investigadores descubrieron que tomar fotografías durante un suceso ayudaba a las personas a tener recuerdos visuales más precisos, incluso cuando no volvieron a ver las fotos. Sin embargo, tomar fotografías, al parecer, también reduce la información verbal que retiene una persona.
Los resultados se derivan de una investigación publicada el año pasado por el mismo grupo, en la que se demostró que tomar fotografías hacía que las personas estuvieran más involucradas en las experiencias vividas, lo que las llevaba a disfrutar de los sucesos positivos con más intensidad que quienes no tomaban fotos.
Según algunos cálculos, las personas alrededor del mundo tomarán 1,3 billones de fotos este año. “Se trata de un fenómeno que está invadiendo nuestras vidas”, comenta Alix Barasch, una de las autoras del estudio y profesora auxiliar en la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York. “Sin embargo, nadie está estudiando en realidad los efectos psicológicos de tomar fotografías”.
En el estudio reciente, Barasch y sus colegas pidieron a algunas personas que recorrieran una exhibición en un museo y que al mismo tiempo escucharan una audioguía. Además, podían elegir entre tomar fotografías con toda libertad o dejar sus cámaras y teléfonos móviles afuera.
Al terminar se les realizó una prueba de memoria en la que aquellos que habían tomado fotos recordaban mejor los objetos que habían visto, pero no podían recordar datos proporcionados en la audioguía, a diferencia de quienes no habían tomado fotografías. Enfocarse en aspectos visuales desvía la atención de otros sentidos, como el oído, explicó Barasch.
En otros experimentos relacionados, los participantes hacían recorridos virtuales por galerías de arte con la opción de tomar capturas de pantalla. Los investigadores descubrieron logros similares en cuanto a la memoria cuando se les pedía que tomaran capturas de pantalla, en comparación con la evocación de imágenes mentales.
Los descubrimientos sugieren que el proceso de buscar alrededor algo que fotografiar “provoca que codifiquemos contenido visual y lo recordemos”, comentó Barasch.
Michael C. Hout, profesor auxiliar de Psicología en la Universidad de Nuevo México, cuestionó la relevancia práctica de los descubrimientos. Aunque los efectos en la memoria eran estadísticamente significativos, tomar fotografías podría significar que “puedes recordar un dos o tres por ciento más”, señaló.
No obstante, Linda Henkel, profesora de Psicología en la Universidad de Fairfield, consideró que el estudio era digno de atención, ya que pone en duda la creencia popular de que tomar fotografías es un factor de distracción.
Barasch afirmó que al principio ella también sospechaba que la fotografía ocasional hacía que las personas se perdieran el momento. “Sin embargo, a medida que comenzamos a reunir mayor información a lo largo de cinco o seis años, seguimos descubriendo que tomar fotografías hacía que las personas se sumergieran más en la experiencia”, dijo.
Pero hay una advertencia importante: en una investigación que aún no se publica, su grupo descubrió que tomar fotografías con el único propósito de compartirlas en redes sociales puede contrarrestar los efectos positivos en la memoria y en la inmersión en la experiencia.
“Ahora nos preocupa tomar una fotografía perfecta para que obtenga muchos me gusta y muchos comentarios”, lo cual aumenta la ansiedad, añadió.
Fuente: nytimes.com