En 2018, Netflix lanzó un documental que presentó a un grupo de terraplanistas decididos a demostrar que la Tierra es plana. Sin embargo, lo que terminó ocurriendo fue que, accidentalmente, confirmaron que la Tierra es redonda.

Los terraplanistas invirtieron $20,000 en un giroscopio láser con la intención de medir la rotación de la Tierra.

Su hipótesis era clara: si la Tierra fuera plana y no rotara, el giroscopio debería indicar un movimiento de 0 grados por hora. Para su sorpresa, al encender el dispositivo, éste mostró un giro estable de 15 grados por hora.

Lejos de aceptar este resultado, los terraplanistas decidieron realizar otro experimento. Tomaron dos tablas, les hicieron huecos, las colocaron a una distancia considerable una de la otra y pusieron una cámara en un extremo y una luz en el otro.

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Su premisa era que, si la Tierra fuera plana, la cámara vería la luz mientras ambas estuvieran a la misma altura. Pero, si la Tierra fuera curva, la luz tendría que estar más alta para ser vista.

Al realizar el experimento, la cámara no pudo ver la luz a menos que ésta fuera levantada, lo que indicó la curvatura de la Tierra.

Ante esta evidencia, los terraplanistas simplemente dijeron “Qué interesante” y comenzaron a formular excusas sobre por qué el experimento no había funcionado como esperaban.
Este caso demuestra cómo, en su esfuerzo por desacreditar la ciencia establecida, los terraplanistas terminaron confirmando la realidad científica: la Tierra es redonda.

Fuente: msn.com