Se desbloquea un secreto genético de 51 millones de años

Biólogos de la Universidad de East Anglia han desbloqueado el secreto genético de 51,7 millones de años de antigüedad, planteado hace 150 años en la histórica teoría de Darwin.

Darwin planteó la hipótesis de que algunas especies de plantas con dos formas distintas de flor, donde los órganos reproductores masculinos y femeninos eran de longitudes diferentes, habían evolucionado de esa manera para promover el cruce de los polinizadores de insectos.

Su penetración revolucionaria en el significado de las dos formas de flor conocidas como “clavijas” y “tríos” acuñó el término heterostilia –una forma única de polimorfismo morfológico en las flores de ciertas especies que, como mecanismo, impide la autofecundación de cada flor–, y los estudios subsecuentes contribuyeron a la fundación de la teoría genética moderna.

Ahora, los científicos de la Universidad de East Anglia, que trabajan en el Centro John Innes, han identificado exactamente en la flor Primula qué parte del código genético de estas especies los hizo de esa manera, a través de un evento que ocurrió hace más de 51 millones de años.

Philip Gilmartin, de la Escuela de Ciencias Biológicas de la UEA, dijo en un comunicado: “Identificar los genes que controlan la biología señalada por Darwin es un momento emocionante. Muchos estudios se han realizado durante las últimas décadas para explorar las bases genéticas de este fenómeno pero ahora hemos identificado el supergén directamente responsable, el locus S”.

Los supergenes son grupos de genes estrechamente asociados que siempre se heredan juntos como una unidad y permiten controlar la biología compleja. Los investigadores trabajaron con el Instituto Earlham para mapear los genes de la planta y secuenciar el genoma Primula para encontrar el grupo genético específico responsable de la creación de los diferentes morfos de las flores.

Gilmartin dijo: “No sólo identificamos el supergén, sino que encontramos que es específico de una sola de las formas de las flores, el tono, que tiene profundas implicaciones para nuestra comprensión de una innovación evolutiva clave de las plantas con flores.

En su búsqueda de los genes que controlan heterostilia, los investigadores también lograron fechar la mutación original, a 51.7 millones de años. Habiendo encontrado el locus S, se dieron cuenta de que el gen era un pariente cercano a otro, identificado hace seis años como responsable de controlar la identidad de los pétalos en una flor Primula.

En algún momento este gen se duplicó, se insertó en el locus S y mutó para controlar la posición de la antera en la flor. Encontrar este gen duplicado permitió al equipo datar cuánto tiempo hace que la mutación ocurrió por primera vez.

Fuente: Agencia Europa Press