Un buque de guerra que se hundió hace 340 años frente a la costa este de Gran Bretaña, mientras transportaba un futuro rey, fue declarado como el descubrimiento marítimo más importante desde que se encontró el Mary Rose, una embarcación que fue la favorita de Enrique VIII.
A inicio de este mes se dio a conocer un descubrimiento marítimo de “importancia internacional”, dijo a la BBC Claire Jowitt, profesora de historia cultural marítima en la Universidad de East Anglia (UEA) de Norwich, en Inglaterra.
El hallazgo del Gloucester, un buque de guerra real que se hundió frente a la costa este de Gran Bretaña se mantuvo en secreto durante 15 años ―tras ser encontrado en 2007― para protegerlo de potenciales saqueadores.
Nadie sabía el paradero del Gloucester, que se había hundido hace 340 años cuando transportaba al futuro rey de Inglaterra y navegaba por traicioneros bancos de arena.
En ese tiempo, el rey Jaime II, conocido entonces como el duque de York, apenas logró escapar del Gloucester, y tres años después se convirtió en rey.
El misterio de la ubicación quedó resuelto cuando los hermanos buceadores Julian y Lincoln Barnwell, se encontraron frente a él luego de 4 años de incansable búsqueda en la que los ayudó su padre, quien ya falleció, y un par de amigos más.
“Estaba arrodillado en el fondo del mar y rodeado de cañones increíblemente enormes. Y no solo había uno, sino varios, y me arrodillé allí, asimilé el momento durante probablemente cinco minutos y [fue] increíble, algo que nunca olvidaré”, dijo Lincoln a Reuters.
En el naufragio se encontraron varios objetos históricos, como una botella con un sello de cristal con el escudo de la familia Legge, y antepasados de George Washington, el primer presidente de Estados Unidos, .
“Como el barco se hundió tan rápido nadie pudo rescatar nada, así que tienes tanto a ricos como a pobres, a trabajadores y a la nobleza”, dijo la profesora Jowitt, que lo describió como “una fantástica cápsula del tiempo”.
Otros objetos conservados son equipos de navegación, objetos personales, ropa y botellas de vino, algunos con su contenido intacto.
Lincoln dijo que espera que se realicen más descubrimientos en el fondo del mar, incluida la posibilidad de que la popa del barco, cubierta de láminas de oro, esté enterrada en un montículo de arena.
“Se puede conservar muy bien debajo de la arena. Es un hallazgo potencial muy emocionante”, agregó.
La Universidad de East Anglia, colaboradora académica en el proyecto del naufragio, calcula que entre 130 y 250 personas fallecieron en el incidente y que, según relataron, amenazó con cambiar el curso de la historia.
“La idea de excavar lo que aún está sumergido bajo la arena es muy apasionante y muy importante”, agregó Jowitt.
Fuente: The Epoch Times en español