Los firmantes del estudio revelaron que este descubrimiento podría ayudar al programa SETI a detectar señales provenientes de otras posibles civilizaciones de la Vía Láctea
Buscar vida inteligente alrededor del universo, empezando por los rincones de la Vía Láctea, se ha convertido en una actividad cada vez más constante en la ciencia, aunque se trate de un campo infértil que todavía no retribuye todo el esfuerzo de los entusiastas.
Una investigación realizada por Jason T. Wright, del Departamento de Astronomía y Astrofísica en The Pennsylvania State University (Estados Unidos); sus colegas del Nexus para la ciencia de sistemas exoplanetarios —instituto virtual de la NASA—; la Universidad de Rochester; y la Universidad de Columbia calcularon a través de simulaciones computarizadas que el mejor sector para buscar civilizaciones alienígenas podría ser el centro de la Vía Láctea, tal y como se había teorizado.
Los resultados de la simulación pueden revisarse en la Sociedad Astronómica Estadounidense (AAS, por sus siglas en inglés).
“La migración interestelar es muy ‘fácil’ en las regiones centrales de las galaxias porque son muy densas, por lo que si ocurre dicha migración y si la vida tecnológica es resistente a las condiciones en los bulbos galácticos, puede ser en estos lugares donde el trabajo de SETI (programa de búsqueda de inteligencia extraterrestre) será sumamente fructífero”, describen los firmantes del artículo.
Esta simulación, a diferencia de otras procesadas con anterioridad, tiene en cuenta el movimiento de las estrellas, porque la Vía Láctea no es estática, sino que se arremolina. De esa forma, la expansión de las civilizaciones alienígenas se ve favorecida.
Las conclusiones del nuevo estudio, por otro lado, comprueban lo que el experto Vishal Gajjar, investigador postdoctoral de Templeton en el centro de investigación SETI de Berkeley, manifestaba: una civilización alienígena puede aprovechar la energía del agujero negro supermasivo Sagitario A* a fin de darle potencia a las señales enviadas hacia los confines de nuestra galaxia.
También existe la probabilidad de que las civilizaciones se extingan por falta de recursos, un evento catastrófico o la autodestrucción.
Silencio espacial
Quizás, según el portal Universe Today, el silencio fuera de la Tierra se deba a que somos incompatibles biológicamente, por lo tanto, no hay intensiones de que nos contacten desde otras direcciones en el espacio exterior.
Para Carroll-Nellenback, del Departamento de Física y Astronomía en la Universidad de Rochester, conforme a un artículo publicado el 20 de agosto de 2019 en The Astronomical Journal, nuestro planeta ha podido ser el asentamiento de una civilización temprana de hace miles de millones de años.
En la simulación, hay un 89% de posibilidades de que pueda pasar un millón de años sin haber sido visitados por naves extraterrestres, un tiempo largo para que la población mundial anterior haya desaparecido por completo.
Tal vez, de aquí a cuando la tecnología ayude a crear medios distintos de viajes interestelares, el ser humano ocupe planetas habitables como una forma de sobrevivir. Tampoco se descarta que, algún día, los contactados por extraterrestres seamos nosotros. Mientras tanto, la humanidad seguirá vigilando los cielos.
Fuente: larepublica.pe