Resuelven el extraño misterio de un pergamino del Vaticano de hace 800 años

Hace 800 años un adolescente llamado Laurentius Loricatus mató por accidente a un hombre en Italia. Después de esto se dirigió a una cueva en la que vivió durante los próximo 34 años, azotándose para expiar sus pecados. Hoy, esta historia pertenece en los Archivos Secretos del Vaticano, en un pedazo de pergamino cubierto de manchas color púrpura.

Este tipo de daño es común en los pergaminos antiguos, ¿pero qué lo ocasiona? Un equipo de investigadores italianos, interesado en comprender mejor este texto antiguo, decidió identificar los microbios responsables de las manchas y para ello aplicó una serie de nuevas técnicas científicas. Los investigadores nunca habrían imaginado lo que encontrarían.

“Encontré microbios marinos”, dijo a Gizmodo Luciana Migliore, de la Universidad de Roma Tor Vergata y autora principal del estudio. “¿Cómo llegaron a un pergamino de cabra que fue escrito hace 800 años? Esto fue una absoluta sorpresa”.

El equipo comenzó tomando muestras tanto de las partes con manchas púrpuras como de partes sin manchas del pergamino, aislando el ADN y enviándolo a un laboratorio en Texas para su procesamiento. Al analizar las secuencias encontraron 957 tipos de bacterias en las manchas púrpura, y 407 tipos de bacteria en las zonas sin daños, solamente compartiendo 140 especies de un total de 1224. La bacteria más común en las manchas púrpuras, por sorpresa, era la Gammaproteobacteria, la cual suele preferir el agua salada, según publicaron el la revista científica Scientific Reports.

Entonces, ¿cómo se formaron las manchas? Este pergamino proviene de la piel de cabra, la cual solía ser conservada en salmuera. La sal podría haber actuado como cultivo para que los microbios púrpura comenzaran a brotar. Después de salar la piel, era estirada, raspada y afeitada, quedando restos de sal en el exterior. El colágeno en el pergamino sería el hogar las colonias bacterianas. Después, los pergaminos podían ser trasladados a los monasterios para que los autores pudieran escribir sus manuscritos, y en estos sitios estarían expuestos a la humedad y cambios de temperatura. De esta forma florecería la bacteria púrpura.

Otros investigadores se han mostrado bastante impresionados por el estudio y sus métodos. “En mi opinión, el estudio está muy bien escrito y las técnicas que utilizaron son de vanguardia”, comentó a Gizmodo Guadalupe Pinar, de la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida de Viena, Austria. “No suele ser común que las personas trabajando en este campo suelan tener acceso a las infraestructuras y capacidades necesarias para llevar a cabo este tipo de análisis”.

Como con cualquier estudio, este viene con limitaciones. Pinar señala que estos métodos solo se basan en un cierto conjunto de secuencias de ADN, lo que significa que podrían faltar datos. También indicó que otro estudio que está usando métodos diferentes para secuenciar el ADN, por lo que podría hacer un análisis más allá de la composición bacteriana. Por otro lado, es importante apuntar que no siempre se pueden realizar estudios como este. Los autores tuvieron suerte al poder analizar piezas de un pergamino que se habían roto. Normalmente, tendrían que rasgar el pergamino para poder hacer este trabajo.

De cualquier forma, el estudio añade evidencia importante para apoyar la hipótesis de cómo se forman este tipo de manchas. El investigador Hector Morillas, de la Universidad del País Vasco en España, dijo a Gizmodo que cree que se trata de un trabajo impresionante. El equipo detrás del estudio ha ofrecido nuevas formas de entender cómo envejecen estos pergaminos.

Según Migliore: “lo más importante es la aplicación de nuevas técnicas que puedan ayudar a entender el proceso de envejecimiento de estos documentos tan antiguos”.

Fuente: Scientific Reports