Restos de muros aztecas hechos de cráneos, hallados en Ciudad de México

Arqueólogos han descubierto en Ciudad de México lo que describen como un estante de calaveras, una pared de calaveras con palos atravesados con la longitud de una cancha de baloncesto.

Hace tres años, los investigadores descubrieron lo que se ha descrito como una torre de calaveras: una torre circular construida con calaveras unidas con mortero. Se descubrió que la torre era parte de un área de estantes de trofeos que, más recientemente, hallaron los investigadores, y que incluye un bastidor de calaveras.

Se encontró que la estantería de cráneos tenía aproximadamente 35 metros de largo y aproximadamente cinco metros de alto. Una vez consistió en postes de madera en cada extremo con postes más pequeños espaciados cada pocos metros entre ellos. También había postes de madera estirados horizontalmente entre los postes, hasta tomar forma como una valla de madera alta. Pero en su lugar se usaba para sostener cráneos humanos, ya que cada uno tenía agujeros a cada lado para permitir deslizarlos sobre un poste, como cuentas en un ábaco.

La madera se descompuso con el paso del tiempo, pero la evidencia encontrada en el sitio permitió al equipo reconstruir la estructura original, junto con los cráneos. Los investigadores habían recibido nociones de que existía tal bastidor debido a las escrituras de los conquistadores españoles, que lo llamaron el tzompantli.

Ahora, los investigadores del Instituto Nacional de Historia y Antropología de México informan en Science que tanto la torre como el estante eran parte de rituales de sacrificio humano, llevados a cabo para preservar el estilo de vida azteca. El sitio de excavación se encuentra en Tenochtitlan, el centro de una civilización azteca, en una parte de lo que hoy es la moderna Ciudad de México. El pueblo mexica vivió allí desde aproximadamente el siglo XIV hasta el siglo XVI. Cuando llegaron los españoles, encontraron a los nativos y sus prácticas bárbaras y derribaron muchas de sus estructuras y taparon otras.

A medida que las excavaciones han continuado, el equipo ha estado encontrando pistas sobre la composición de toda el área,que se cree que fue un templo. Ahora creen que la torre de cráneos tiene un gemelo cerca, pero todavía tienen que encontrarlo. Planean continuar excavando y estudiar más a fondo los cráneos y otros artefactos para aprender más sobre la cultura de las personas que vivieron allí, incluidos los que fueron sacrificados.

Fuente: europapress.es