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Quién es el croata que logró 29 minutos sin respirar bajo el agua: el récord de apnea que desafía lo posible

Vitomir Maričić tras años de preparación, demuestra que el cuerpo humano aún guarda sorpresas, y que la combinación de disciplina y ciencia puede superar todo pronóstico

Vitomir Maričić, apneísta croata, logró establecer un nuevo récord mundial de apnea al contener la respiración durante 29 minutos y tres segundos en el fondo de una piscina de tres metros en Croacia. La hazaña, informada por The Conversation, causó asombro en la comunidad internacional del deporte y la medicina, ya que Maríačić multiplicó por sesenta la capacidad media de la mayoría de las personas, que apenas pueden sostener la respiración entre treinta y noventa segundos.

El logro supera en poco más de cinco minutos el anterior récord, también de un compatriota croata, Budimir Šobat, quien en 2021 alcanzó unos 24 minutos. Gracias a esta nueva marca, surgieron interrogantes sobre los límite fisiológicos y mentales del cuerpo humano, así como sobre las estrategias requeridas para afrontar estos desafíos extremos.

El avance conseguido por Maričić pone de relieve la distancia abismal entre los apneístas de élite y el resto de la población. Según destaca The Conversation, estos deportistas dedican años a una preparación que integra técnicas físicas y mentales, algo que los convierte en especialistas en controlar el reflejo involuntario de respirar.

Su capacidad para tolerar la hipoxia (bajos niveles de oxígeno) y la hiperoxia (altos niveles de oxígeno) consolidó la apnea como una disciplina que va más allá del deporte, tocando los límites de la ciencia y la biología humanas.

Preparación y entrenamiento: claves del éxito

El éxito de los apneístas no se basa únicamente en la genética, sino en la implementación de un entrenamiento físico y mental sumamente riguroso. Para alcanzar estos niveles, los deportistas combinan ejercicios cardiovasculares como natación, trote y ciclismo con técnicas de respiración diafragmática, cuya finalidad es aumentar la capacidad pulmonar y permitir almacenar una mayor cantidad de oxígeno en el organismo.

Según The Conversation, el dominio sobre el diafragma y los músculos de la garganta es fundamental para optimizar el transporte de oxígeno en sangre y, en consecuencia, su disponibilidad para los órganos vitales.

Previo a su intento récord, Maričić inhaló oxígeno puro (100%) durante diez minutos, lo que le permitió partir con reservas muy superiores a las que se logran al respirar aire normal, el cual apenas contiene un 21% de oxígeno. Esta práctica, aceptada oficialmente por el Libro Guinness de los Récords Mundiales bajo la categoría de apnea asistida por oxígeno, extiende el tiempo de aguante muy por encima de lo que se consigue en las condiciones tradicionales. Sin embargo, incluso sin esta asistencia, Maričić demostró poder mantener la respiración por más de diez minutos, lo que lo coloca entre los mejores del mundo.

El proceso seguido por los apneístas implica años de aprendizajes progresivos y la incorporación de rutinas que les ayudan a controlar tanto el cuerpo como la mente en situaciones límite. La fortaleza psicológica es tan relevante como la física. Los especialistas insisten en que la gestión de la ansiedad, el control del miedo y la aplicación disciplinada de técnicas de relajación como la meditación y la consciencia respiratoria marcan la diferencia entre quienes logran sostener niveles extremos de apnea y aquellos que no superan el promedio humano.

Durante el intento de récord, Maričić permaneció completamente inmóvil en el fondo de la piscina para reducir al máximo el consumo de oxígeno, ya que toda actividad muscular eleva la demanda y, por ende, acorta el tiempo bajo el agua.

Mecanismos fisiológicos, riesgos y exploración de los límites humanos

Según especialistas, el impulso de respirar responde, en realidad, a la acumulación de dióxido de carbono en el organismo y no a la ausencia de oxígeno. Cuando las células consumen oxígeno, generan dióxido de carbono como residuo, el cual debe eliminarse a través de la exhalación.

Cuando se contiene la respiración, el cerebro percibe el aumento de dióxido de carbono y activa el reflejo involuntario de respirar. Los apneístas, mediante la práctica, consiguen desensibilizar sus centros cerebrales reguladores a estos niveles elevados, retrasando el momento en el que el cuerpo exige respirar.

Maričić explicó que, durante su reto, el desafío físico se agudizaba con el tiempo debido a las contracciones del diafragma, pero su determinación mental fue clave: “Mentalmente sabía que no iba a rendirme”, aseguró el apneísta, resaltando el peso de la fortaleza psicológica frente a las dificultades físicas.

La apnea no está exenta de riesgos. Tanto la acumulación de dióxido de carbono como la falta de oxígeno pueden inducir una pérdida de conciencia súbita en cuestión de minutos. Además, la inhalación prolongada de oxígeno puro puede causar toxicidad debido a la formación de radicales libres, compuestos que dañan las células. Estas son razones por las cuales Maričić subraya que este tipo de hazañas solo deben realizarse bajo estricta supervisión profesional y con la preparación adecuada.

La disciplina de la apnea tiene raíces profundas en varias culturas. En Japón, las buceadoras «ama» llevan siglos recolectando perlas y mariscos mediante la contención de la respiración, lo mismo que las famosas Haenyeo en Corea del Sur. Sin embargo, en el ámbito deportivo moderno, la apnea ha evolucionado hasta convertirse en una prueba extrema donde se conjugan ciencia, deporte y autoconocimiento.

Un récord que redefine los límites de la respiración humana

El récord de Vitomir Maričić no solo eleva el listón en el ámbito de la apnea deportiva, sino que pone en discusión los límites fisiológicos y mentales del ser humano. La preparación metódica, la disciplina emocional y el conocimiento científico que confluyen en este tipo de hazañas han sentado las bases para futuras investigaciones sobre la capacidad adaptativa del cuerpo bajo situaciones de hipoxia controlada.

Este triunfo es un reflejo tanto del potencial como de la vulnerabilidad del cuerpo humano. Por un lado, demuestra que, con entrenamiento adecuado y supervisión profesional, se pueden alcanzar cifras antes consideradas imposibles. Por otro, recuerda los riesgos presentes en la exploración de los extremos fisiológicos. Maričić y otros apneístas de élite han mostrado que la frontera entre lo posible y lo imposible es maleable, siempre y cuando se privilegie la seguridad y el conocimiento.

Fuente: infobae.com

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