Qué significa la Fotografía 51, la más importante de la historia

El 6 de mayo de 1952 en un laboratorio del King’s College de Londres, se tomó lo que sería considerada como la fotografía más importante de toda la historia. La Foto 51 apenas encuadra una superficie de unos 10 centímetros de lado, sin embargo, dentro de su pequeña área contiene la estructura primordial del ser humano y la solución a siglos de preguntas, que se pudieron responder gracias a una joven científica de nombre Rosalind Franklin, a la que se le atribuye la primera fotografía de la doble hélice del ADN.

Pese a que Rosalind Franklin fue la autora de la Foto 51, no se le galardonó por ello y por lo tanto, la fotografía no sólo representa uno de los momentos más importantes de la ciencia, sino que también ha traído gran controversia.

¿Cómo se obtuvo la Foto 51?

Franklin no obtuvo la imagen por mera casualidad, sino que invirtió muchos de sus años como química en el estudio del genoma humano. Hoy en día comprendemos bien que todo lo que somos está contenido en el ADN, sin embargo, en el año de 1952 apenas se había confirmado que esta estructura estaba conformada por genes, pero no se sabía de qué forma ni cómo era. Con la incertidumbre de cuál era exactamente la composición del ADN, Franklin se dedicó a fotografiar el patrón de difracción mediante rayos X del ácido desoxirribonucleico y obtuvo una gran respuesta.

La cristalografía es una técnica que se basa en la determinación de la estructura tridimensional de un cristal y como experta en dicha área, Rosalind Franklin la utilizó para obtener la primera fotografía del ADN, descubriendo con esto la doble hélice que lo conforma. No fue un trabajo fácil, de hecho, la química británica tuvo que exponer fibras de ADN a los rayos X durante un total de 62 horas.

La Foto 51 como se nombró a su más grande hallazgo, no fue el primer intento de Franklin de fotografiar el ADN humano. Antes realizó muchos otros experimentos pero poco a poco fue mejorando sus métodos de recolección de datos.

Se percató de que las fibras de ADN con un contenido de agua más alto producían un patrón de difracción distinto que las fibras de ADN con un contenido más bajo de agua. Es decir que la estructura tridimensional del ADN se modifica dependiendo de su hidratación. La forma del ADN con menor contenido de agua fue tildada por Franklin como ADN A y la de mayor contenido de agua como ADN B. Actualmente se siguen utilizando estas designaciones para referirse a la estructura del ácido desoxirribonucleico y hoy se sabe que la forma A se adopta cuando se somete al ADN a condiciones ambientales creadas artificialmente.

El descubrimiento de la doble hélice

Pero fue exactamente el 6 de mayo de 1952 cuando la química decidió bombear gas hidrógeno a las fibras de ADN a través de una solución salina, para mantener la hidratación de la muestra y luego expuso el ácido desoxirribonucleico a los rayos X por 62 horas. Durante este periodo, las ondas electromagnéticas de los rayos X entraron en interacción con los electrones de los cristales de ADN y se difractaron en ángulos que indicaron la disposición de sus átomos. En otras palabras, los rayos X dibujaron a gran escala la forma del ácido desoxirribonucleico.

Franklin recopiló el patrón de difracción resultante y lo etiquetó con el número 51, que más tarde se convirtió en la Foto 51, gracias a la cual se pudo saber que el ADN tiene una estructura de dos cadenas que serpentean una alrededor de la otra. Y además, que contiene todo el código genético que nos determina como seres vivos.

Fuente: ecoosfera.com