¿Qué es necesario para realizar una investigación?

Las investigaciones son procesos, más o menos sistemáticos, que hacen falta ejecutar cuando se va a abordar algún tema del que se desconoce o cuyas conclusiones se espera amparar en datos con autoridad. Ejecutarlas correctamente es una habilidad que se consigue adquirir después de tener mucha práctica, por lo que aquí daremos algunos tips que ayudarán con esta tarea.

Investigar consiste en encontrar datos poco conocidos sobre un determinado tema. Es mucho más que colocar una pregunta en Google, esperar los resultados y hacer clic sobre el primer resultado de la lista. Se trata de llegar al fondo, de registrar datos y agruparlos de manera conveniente, para utilizarlos después a la hora de elaborar el cuerpo del trabajo que haya promovido la investigación. Para hacerlo más fácil, merece la pena contar con ciertas herramientas.

Instrumentos de investigación

Al explorar los diferentes instrumentos de investigación se puede notar que todos ellos están encaminados a crear una ruta de trabajo ordenada y que sea fácil de aplicar. Ayudan a que el proceso marche desde una base y que no domine la inseguridad al sentirse que se está solo desde cero.

Algunos de los más utilizados son:

  • Libretas de notas: es el instrumento básico por naturaleza. La idea, en general, es crear un registro de los datos más relevantes que vayan surgiendo, a medida que se investiga, para que exista relación entre todos los aspectos y sea más fácil ubicar un dato más adelante.
  • Grabadoras: son instrumentos útiles cuando se va a trabajar con entrevistas. Gracias a ellas se puede conservar el respaldo de la conversación y repetir las veces que hagan falta más adelante.
  • Fotografías: cumplen un fin similar a las grabadoras. En este caso, la idea es que se tenga un respaldo visual de lo que se investigó. Es un aspecto muy utilizado en procesos científicos, donde se valoran los cambios que sufre un determinado experimento a lo largo del tiempo.
  • Otros: complementar distintos instrumentos de investigación es clave para que los resultados del proceso sean los más convenientes. Según sea el caso, también se pueden utilizar mapas, diarios de campo, grabadora de vídeo, entre otros.

Elegir las técnicas de investigación

Al tener los instrumentos bien definidos, llega el momento de valorar las técnicas que se aplicarán para ejecutar la investigación. Estas pueden ser diversas, según el área y la información existente.

Aquí tenemos:

  • Documentación física: se incluyen todas las fuentes de investigación a las que se puede acceder de manera palpable. Incluyen, por ejemplo, los libros, otros trabajos de investigación, periódicos y revistas, guías de estudio, etc.
  • Documentación electrónica: sigue un estilo similar al anterior, pero en este caso de forma electrónica. Desde que internet se abrió paso en todo el mundo, es muy fácil acceder a datos de una biblioteca que se encuentre en el otro lado del mundo con un par de clics.
  • Entrevistas y encuestas: generalmente, son técnicas que se aplican cuando se tienen especialistas en el tema a tratar y se quiere contar con su opinión o experiencia. Las encuestas permiten acceder a la opinión de un número amplio de personas vinculadas con la investigación. Un ejemplo de entrevista sería, por ejemplo, a un profesor reconocido de alguna universidad, mientras que la encuesta se puede aplicar a los estudiantes de un nivel determinado en cierta área de estudio.
  • Observación: es una técnica de investigación que obliga a asistir a un determinado lugar para medir el comportamiento de un grupo de personas, de animales, de plantas, etc. Normalmente, requiere una inversión de tiempo y puede necesitar varias sesiones.

La investigación en sí misma no representa ningún conflicto, solo hace falta organizarse con lo que se tiene y valorar qué es lo que se espera descubrir. A veces, la misma información que se va hallando, es la que va abriendo el camino para obtener datos más interesantes sobre el tema y así alcanzar los niveles más profundos que hacen falta para obtener un excelente trabajo.