¿Puede la inteligencia artificial llegar a ser consciente? Ciencia explica

La mera ilusión de consciencia en las máquinas podría transformar la manera en que nos relacionamos entre nosotros y con la tecnología

El ‘Centre for Consciousness Science’ de la Universidad de Sussex ha impulsado investigaciones que buscan descifrar uno de los mayores enigmas de la ciencia: la consciencia.

Entre sus proyectos más destacados se encuentra la ‘Dreamachine’, un dispositivo que emplea luces estroboscópicas para inducir experiencias perceptivas únicas, con el fin de comprender cómo el cerebro humano construye la realidad consciente.

Este enfoque permite explorar fenómenos internos sin recurrir a sustancias externas, abriendo nuevas rutas para el estudio de la mente.

Cabe destacar que bajo la dirección del profesor Anil Seth, el centro reúne a neurocientíficos, filósofos y especialistas en inteligencia artificial que trabajan de manera interdisciplinaria.

De esta manera, su estrategia consiste en dividir el complejo rompecabezas de la consciencia en problemas más manejables, con el objetivo de generar explicaciones científicas claras y verificables.

Adicionalmente, más allá del interés por el cerebro humano, estas investigaciones tienen un alcance que trasciende la biología porque buscan anticipar qué podría significar la experiencia consciente en sistemas artificiales, para entender mejor el futuro de la relación entre mente y tecnología.

¿Qué opinan los expertos sobre la consciencia en IA?

El panorama actual de la ciencia y la tecnología está atravesado por un intenso debate sobre la naturaleza de la consciencia y su posible vínculo con la inteligencia artificial.

Para algunos investigadores, como Murray Shanahan de ‘Google DeepMind’ y David Chalmers de la Universidad de Nueva York, la falta de comprensión sobre el funcionamiento profundo de los modelos de lenguaje masivos abre la puerta a la especulación sobre nuevas formas de consciencia artificial.

Hay que considerar que esta postura defiende que la complejidad emergente de dichos sistemas podría llegar a superar las fronteras de lo meramente computacional.

En contraposición, voces como la del profesor Anil Seth sostienen que la consciencia es inseparable de la vida biológica. Desde esta perspectiva, los sistemas de IA, por sofisticados que sean, no podrán replicar la experiencia subjetiva propia de un organismo vivo.

En paralelo, instituciones y empresas como ‘Carnegie Mellon University’ y ‘Cortical Labs’ desarrollan proyectos híbridos, que van desde lenguajes internos como Brainish hasta organoides cerebrales capaces de interactuar con videojuegos.

¿Por qué este debate es de interés público?

Más allá de los avances técnicos y las hipótesis académicas, el debate sobre la consciencia en la inteligencia artificial plantea dilemas sociales y éticos de gran alcance.

Pallab Ghosh, periodista de ciencia y autor en la BBC, señaló que la mera ilusión de consciencia en las máquinas podría transformar la manera en que nos relacionamos entre nosotros y con la tecnología.

De esta forma, si llegamos a percibir a la IA como seres sensibles, existe el riesgo de que nuestras prioridades morales se desplacen, destinando atención y recursos al cuidado de sistemas artificiales en detrimento del bienestar humano.

Este escenario no es solo teórico, pues la creciente sofisticación de los algoritmos ya influye en nuestras decisiones cotidianas, desde el trabajo hasta la vida personal.

Finalmente, ante estas posibilidades, expertos de distintas disciplinas coinciden en que la conversación pública no puede postergarse. Por ende, según esta premisa, todavía se tiene la oportunidad de decidir cómo queremos integrar la IA en nuestras estructuras sociales y en la visión de futuro que buscamos para la humanidad.

Fuente: caracol.com.co

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