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Pruebas de agua subterránea que sale a superficie en cráteres de Marte

Aguas subterráneas profundas pueden permanecer actualmente en Marte, con capacidad de originar corrientes superficiales en algunas áreas casi ecuatoriales en el Planeta Rojo.

Es la conclusión de un estudio realizado por investigadores del Centro de Investigación del Clima Árido y el Agua (AWARE) de la Universidad del Sur de California (USC).

A mediados de 2018, investigadores de la Agencia Espacial Italiana detectaron la presencia de un lago profundo de agua líquida en Marte bajo sus casquetes glaciares del polo sur.

Los investigadores de la USC han determinado que el agua subterránea probablemente existe en un área geográfica más amplia que solo los polos de Marte y que existe un sistema activo, a una profundidad de 750 metros, desde el cual el agua subterránea sale a la superficie a través de grietas en los cráteres específicos que analizaron.

Heggy, miembro del experimento de radar MARSIS de la sonda Mars Express, que sondea el subsuelo de Marte, y el coautor Abotalib Z. Abotalib, investigador postdoctoral en la USC, estudiaron las características de las Líneas de Pendiente Recurrentes en Marte (Mars Recurrent Slope Linea), que se asemejan a las corrientes de agua secas y cortas que aparecen en algunas paredes de cráteres en Marte. Los científicos pensaban anteriormente que estas características estaban relacionadas con el flujo de agua superficial o el flujo de agua cercano al subsuelo, según Heggy.

Los científicos sugieren que esto no tiene por qué ser así. «Proponemos una hipótesis alternativa de que se originan a partir de una fuente de agua subterránea a presión profunda que sale a la superficie y se mueve hacia arriba a lo largo de las grietas del suelo», asegura Heggy, citado por EurekaAlert.

Los científicos concluyen que las fracturas dentro de algunos de los cráteres de Marte, permitieron que los manantiales de agua subieran a la superficie como resultado de la presión que se encontraba debajo. Estos resortes se filtraron en la superficie, generando las características lineales agudas y distintas que se encuentran en las paredes de estos cráteres. Los científicos también proporcionan una explicación sobre cómo estas características del agua fluctúan con la estacionalidad en Marte.

El estudio, que se publica en ‘Nature Geoscience’, sugiere que el agua subterránea podría ser más profunda de lo que se pensaba en áreas donde se observan tales corrientes en Marte, y que la parte expuesta de estas fracturas de suelo asociadas con estos manantiales son candidatos principales para explorar la habitabilidad de Marte. Su trabajo sugiere que se deberían desarrollar nuevos métodos de sondeo para estudiar estas fracturas.

Similitudes con el sahara

Heggy y Abotalib, que han estudiado durante mucho tiempo los acuíferos subterráneos y el movimiento del flujo de agua subterránea en la Tierra y en ambientes desérticos, encontraron similitudes entre los mecanismos de movimiento de agua subterránea en el Sahara y en Marte.

Según destaca Heggy, esta profunda fuente de agua subterránea es la evidencia más convincente de las similitudes entre los dos planetas. Este hecho sugiere que ambos pueden haber tenido periodos húmedos el tiempo suficiente para crear un sistema de aguas subterráneas tan activo.

«Comprender cómo se ha formado el agua subterránea en Marte, dónde está hoy y cómo se está moviendo, nos ayuda a limitar las ambigüedades en la evolución de las condiciones climáticas en Marte durante los últimos 3.000 millones de años y cómo estas condiciones formaron este sistema de aguas subterráneas –resume Heggy–. Nos ayuda a entender las similitudes con nuestro propio planeta y si estamos atravesando la misma evolución climática y el mismo camino que Marte. Comprender la evolución de Marte es crucial para comprender la evolución a largo plazo de nuestra propia Tierra y el agua subterránea es un elemento clave en este proceso»

El nuevo estudio sugiere que el agua subterránea que es la fuente de estos flujos de agua podría estar a profundidades que comienzan a 750 metros de profundidad. «Dicha profundidad requiere que consideremos técnicas de sondeo más profundas para buscar la fuente de este agua subterránea en lugar de buscar fuentes de agua poco profundas», concluye el investigador.

Fuente: EP