Por primera vez, captan los “zumbidos de la tierra” desde el fondo del océano
Un estudio geofísico ha confirmado que la Tierra vibra naturalmente, aún en ausencia de terremotos y produce un zumbido que recientemente captaron en el fondo del océano.
Desde hace tiempo, los científicos saben que los terremotos pueden hacer que la Tierra vibre durante largos períodos de tiempo. Desde 1959 se ha intentado descubrir este zumbido, pero, no fue si no hasta 1998 que un equipo de investigación descubrió que en ausencia de terremotos la Tierra también genera constantemente una señal vibratoria de baja frecuencia.
Los científicos han confirmado que la señal es real, pero todas han sido tomados usando sismómetros en tierra, sin embargo, aún no la habían medido con éxito en el fondo del mar, lo que podría ayudar a los científicos a cuantificar mejor las fuentes de las vibraciones.
Desde entonces, han sido propuestas numerosas teorías por los sismólogos que buscan explicar la existencia de esta vibración continua. Una versión es que el zumbido se ve parcialmente afectado por la turbulencia atmosférica, ya que es más fuerte en el Océano Pacífico del hemisferio norte durante el invierno septentrional y en los océanos australes durante el invierno en el hemisferio sur, asociado a las tormentas invernales. Mientras que otra versión habla de que las oscilaciones libres de la Tierra son causadas por el constante golpeteo de las olas en el fondo del océano, sin embargo no existían estudios que lo demuestren, hasta ahora.
En un nuevo estudio publicado en Geophysical Research Letters, utilizando instrumentos sísmicos en el fondo del océano, los investigadores lograron cuantificar con éxito el “zumbido” vibratorio de la Tierra. De esta forma, determinaron en el fondo del océano las frecuencias a las que la Tierra vibra naturalmente, y confirmó la viabilidad de usar instrumentos oceánicos para estudiarlo. Estos zumbidos capturados podrían proporcionar nuevos conocimientos sobre la magnitud de la fuente según Martha Deen, geofísica del Instituto de Física del Globo de París, Francia, y autora principal del nuevo estudio.
Para encontrar la señal del zumbido, los investigadores reunieron 11 meses de datos de observación de 57 estaciones de sismómetro en el fondo marino en el Océano Índico, al este de Madagascar, desde 2012- 2013 que ha sido utilizadas para estudiar eventos volcánicos.
Luego seleccionaron únicamente dos estaciones que eran las que tenían la mayor calidad de datos y eliminaron cualquier fuente de interferencia de las fuentes identificadas, como señales causadas por las ondas de infragravedad oceánicas, las corrientes del fondo marino y las fallas técnicas. El nivel de ruido que les quedó era equivalente al de una estación terrestre.
Cuando cruzaron la señal que tenían (estaciones marinas) con las observaciones del zumbido de las estaciones terrestres (en Argelia) vieron que ambas coincidían. De esta forma, los investigadores determinaron los picos de vibración natural de la Tierra a varias frecuencias entre 2.9 y 4.5 milihercios, las cuales son 10.000 veces más pequeñas que el umbral auditivo inferior del oído humano, que es de 20 hertzios. Por esta razón estas vibraciones no pueden ser escuchadas por las personas.
Estos investigadores creen que el estudio abre la posibilidad de aplicar sus hallazgos para modelar mejor la estructura del interior de la Tierra ya que los científicos usualmente lo hacen utilizando ondas sísmicas generadas por los terremotos, pero esto solo funciona en momentos específicos y en áreas donde comúnmente ocurren temblores. De este modo, si usan la señal de zumbido como una fuente de ondas sísmicas evitaría este problema porque el zumbido se genera continuamente en muchas áreas del continente oceánico en la superficie del planeta.
Cuando combinan ambos datos de los sismógrafos terrestres y oceánicos, esto les proporciona a los sismólogos una imagen más completa de la señal de zumbido en comparación con el uso de solo estaciones terrestres, según Deen. De esta forma, se genera una mayor densidad de posibles puntos de datos que mejoraría la resolución de la imagen y podría ayudar a los científicos a mapear mejor el interior de la Tierra a 500 kilómetros, agregó Deen.
Fuente: lagranepoca.com