Polillas transgénicas acaban con plagas agrícolas

Solo engendran hembras que mueren al nacer

El papalomoyo​ o palomilla dorso de diamante (Plutella xylostella), conocida también como polilla de la col, polilla del repollo o de las crucíferas, se cree que es originaria de Asia Menor, pero se ha diseminado por todo el mundo.

Ataca las especies cultivadas y silvestres de crucíferas como la col o repollo, brócoli, coliflor y col de Bruselas, aunque también se alimenta de rábano y mostaza.

Se ha convertido en la plaga más destructiva de este tipo de plantas alimentarias y es multiresistente a diversos tipos de insecticidas convencionales. Se estima que provoca daños económicos de 5.000 millones de dólares al año en todo el mundo.

Solución definitiva

Pero una nueva iniciativa tecnológica puede que haya dado con la solución definitiva para acabar con esta pesadilla de agricultores de todo el mundo, de una forma limpia y sostenible.

Científicos norteamericanos y británicos han desarrollado un proceso biotecnológico que puede acabar con estos insectos letales para la agricultura.

Han añadido dos genes estratégicos a los machos de esta polilla. Uno de ellos provoca la muerte de las larvas hembra una vez que eclosionan.

Las polillas machos que sobreviven a esta primera ofensiva, se aparean con hembras salvajes y todas las crías hembra surgidas de estas camadas también mueren. Los machos que sobreviven, buscan nuevas hembras salvajes y su descendencia femenina también muere.

De esta forma, la polilla queda encerrada en un circuito mortal que disminuye paulatinamente las plagas. Solo es preciso liberar más machos genéticamente modificados para que la colonia de estos insectos deje de ser un problema para la agricultura en muy poco tiempo.

Probado con éxito

Los científicos ya han probado este sistema con éxito en el Estado de Nueva York y los resultados son prometedores para el control de las plagas de estos insectos.

Liberaron las polillas modificadas genéticamente en un campo de repollo en Geneva (condados de Ontario y Seneca). Estaban marcadas con polvos fluorescentes para poder hacerles un seguimiento.

Los ensayos, pioneros en el mundo, se realizaron entre agosto y septiembre de 2017 y los resultados se han publicado en la revista Frontiers in Bioengineering and Biotechnology.

Los investigadores liberaron mariposas genéticamente modificadas seis veces, entre 1.000 a 2.500 insectos cada vez.
Y comprobaron que los machos sobrevivían y se comportaban de la misma forma que las polillas salvajes: viajaron a la misma distancia y vivieron el mismo tiempo que las polillas no modificadas.

También manifestaron el mismo comportamiento reproductivo que las polillas salvajes, provocando que las hembras surgidas de estos apareamientos muriesen al eclosionar.

Pocas generaciones

Eso significa que llegado un momento de este proceso, las polillas macho transgénicas no encuentran hembras con las que aparearse. Su población declina y desaparece del entorno agrícola en pocas generaciones: los adultos viven entre 10 a 25 días.

La liberación progresiva de machos modificados genéticamente termina así por exterminar la plaga de estos insectos, sin usar insecticidas y de manera limpia y sostenible, destacan los investigadores.

El resultado de esta investigación es prometedor para abordar el tratamiento de plagas de otros insectos, que afectan a cultivos más importantes que los que perjudica la polilla de la col.

Fuente: tendencias21.net