¿Podemos anticipar los incendios forestales antes de que empiecen? La ciencia responde
Cada verano los incendios forestales arrasan miles de hectáreas en España y en todo el mundo. Ahora, la inteligencia artificial y la colaboración científica internacional ofrecen herramientas para anticipar dónde y cuándo podrían iniciarse, alcanzando precisiones sorprendentes. Sin embargo, aún existen límites insalvables, sobre todo cuando entra en juego la mano humana
El cambio climático, la sequía y el calor extremo convierten cada temporada estival en un terreno propicio para los incendios forestales. La magnitud de estos desastres plantea una pregunta urgente: ¿es posible predecirlos antes de que estallen? Desde algoritmos basados en imágenes satelitales hasta simulaciones complejas de propagación, la ciencia avanza hacia un futuro donde la prevención se vuelve cada vez más precisa, aunque todavía no infalible.
Un problema creciente que exige respuestas
En la última semana se han quemado más de 30.000 hectáreas en España, acercando la cifra anual a récords históricos. Factores como olas de calor más tempranas y veranos más secos favorecen la propagación de las llamas. En el pasado, la conocida “regla del 30-30-30” servía como indicador de riesgo: temperaturas superiores a 30 ºC, vientos de más de 30 km/h y humedad por debajo del 30 %. Hoy, bajo esas condiciones, el riesgo potencial se multiplica tanto que resulta inoperante.
La inteligencia artificial como aliada
La IA abre un nuevo escenario en la predicción de incendios. Existen tres enfoques principales: el análisis de imágenes satelitales para detectar vegetación seca y actividad humana; el estudio de datos históricos y climáticos; y las simulaciones avanzadas que proyectan cómo y dónde se iniciarían y propagarían las llamas. Estas herramientas, en constante perfeccionamiento, ya han demostrado una eficacia prometedora en diferentes países.
Experiencias internacionales
En Canadá, uno de los países más castigados por incendios, se ha desarrollado un sistema de predicción que integra datos atmosféricos y climáticos, prestando especial atención al deshielo anual, clave para medir el riesgo. Además, fenómenos globales como El Niño y La Niña se consideran factores determinantes en el aumento de incendios.
En Chile, con colaboración internacional —incluida España—, surgió Cell2Fire, un sistema que emplea simulaciones detalladas para identificar zonas de riesgo, prever comportamientos del fuego y recomendar estrategias como cortafuegos o vigilancia reforzada. Su precisión ha alcanzado el 85 % en pruebas iniciales.
Límites y desafíos pendientes
Aunque la predicción alcanza niveles notables de exactitud, no todos los incendios pueden anticiparse. Los provocados intencionadamente siguen siendo imposibles de prever. Además, la integración de estas herramientas exige inversiones en infraestructura, coordinación internacional y planes de acción locales. Aun así, la IA ofrece una oportunidad histórica para mitigar el impacto de uno de los desastres más devastadores y recurrentes de nuestro tiempo.
Fuente: Hipertextual