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Pinturas que cambian de color gracias a la xantomatina, una sustancia presente en los cefalópodos

Los investigadores del Instituto de Investigación Kostas (KRI) de la Universidad Northeastern están llevando a cabo experimentos con una versión sintetizada de un tinte natural presente en los cefalópodos, la xantomatina, para crear colorantes que cambian en respuesta a diferentes estímulos. Su último descubrimiento: utilizarlo para crear pintura que puede cambiar de color cuando se expone a la luz.

La xantomatina permite a los cefalópodos, como los calamares y los pulpos, cambiar de color rápidamente en respuesta a amenazas o a cambios de luz gracias a la xantomatina. El personal de KRI ha trabajado durante mucho tiempo para replicar esta sustancia. Anteriormente, el laboratorio utilizó este tinte para crear parches portátiles que cambian de color cuando el usuario recibe demasiado sol. Dan Wilson, científico investigador principal del Instituto de Investigación Kostas, ha explicado que el equipo quería encontrar una manera de fabricar un material en el que este cambio pudiera revertirse para devolverlo a su color original.

El verano pasado, Kaitlyn Flynn, entonces pasante/estudiante visitante, estaba trabajando en un proyecto usando este colorante. Ella y el equipo descubrieron que el dióxido de titanio servía como conductor del cambio de color. Mezclar diferentes cantidades con xantomatina podría acelerar el cambio o aumentar la intensidad del cambio de color. Los cambios pueden ocurrir en tan solo cinco minutos y pueden durar hasta 24 horas, dependiendo de cuánto tiempo esté expuesta la pintura a la luz. El colorante se puede preparar fácilmente en tan solo dos horas y agregarse a pinturas a base de agua o aceite.

Los científicos afirman que esta pintura sería idónea para decorar paredes interiores con obras de arte o pinturas temporales que se desvanecen con el tiempo. “Podemos crear obras de arte o pintura temporales que potencialmente podrían rastrear el clima o el entorno en el que se encuentran”, afirma Dan Wilson.

Además de la capacidad de crear arte temporal, este descubrimiento tiene implicaciones ambientales. Puede servir como una alternativa ecológica a las pinturas actualmente en el mercado. “Las pinturas que se usan comercialmente hoy en día pueden contener sustancias químicas nocivas”, declara Flynn. “La búsqueda de una forma más natural de fabricar pinturas crea un entorno más seguro para las personas que las utilizan y para las personas que estarán expuestas a ellas.”

En el futuro, los investigadores esperan poder aplicar este sistema a otros materiales y expandirse más allá de la paleta de colores amarillo-rojo que usaron en el experimento inicial.

Fuente: interempresas.net