¿Para qué sirven los ‘dibujos’ en las telarañas? La ciencia tiene una respuesta

Por años, se pensó que podrían servir para atraer presas, regular la temperatura, o incluso proteger de depredadores, pero un estudio explica que su verdadero propósito va mucho más allá de lo estético

Imagina caminar por un sendero, y de repente, sentir una ligera vibración que te indica exactamente dónde se encuentra el peligro, todo sin necesidad de verlo. Aunque suena a algo sacado de una película de ciencia ficción, este mecanismo tan sorprendente es el que utilizan las arañas para cazar. ¿El secreto? Los enigmáticos “dibujos” o estabilimentos que decoran las telarañas.

Recientemente, un equipo de científicos liderados por Gabriele Greco, de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas, ha resuelto un misterio que ha desconcertado a los biólogos durante décadas: ¿Para qué sirven esos hilos de seda que parecen más decorativos que funcionales? La respuesta no solo es fascinante, sino que también abre nuevas puertas en el campo de la ingeniería de materiales.

Las telarañas orbiculares, esas estructuras en espiral que atrapan insectos voladores, son famosas por su intrincada belleza y eficiencia; sin embargo, muchos nos hemos preguntado alguna vez sobre la razón de esos “dibujos” en zigzag que atraviesan la tela, los estabilimentos. Por años, se pensó que podrían servir para atraer presas, regular la temperatura, o incluso proteger de depredadores. Pero ahora, un innovador estudio publicado en PLOS One explica que su verdadero propósito va mucho más allá de lo estético.

Vibraciones que cuentan una historia

La clave del descubrimiento radica en cómo los estabilimentos afectan las vibraciones que atraviesan la tela, pues de acuerdo a lo publicado en el estudio, estas, son fundamentales para la araña al detectar presas atrapadas en su tela, se propagan de manera diferente según la presencia o ausencia de estos hilos extra.

De esta manera, las arañas no necesitan ver sus presas; su tela de seda es su “sentido del tacto” extendido, y los estabilimentos parecen ayudar a mejorar la calidad de esta percepción vibracional.

Durante la investigación, los científicos observaron cómo las diferentes formas y orientaciones de los estabilimentos influían en la propagación de las ondas generadas por los impactos de las presas en la tela.

Asimismo, descubrieron que los estabilimentos amplifican las señales vibratorias, ayudando a la araña a detectar más fácilmente la ubicación exacta de sus presas, incluso cuando hay ruidos de fondo. Así, estos pequeños hilos no son meros adornos, sino que actúan como una especie de amplificador de señales en un sistema que podría compararse con las tecnologías de sonar o radar.

Un diseño que inspira

Este principio de “difusión vibracional“ podría ser el futuro para la creación de nuevos materiales que, al igual que las telarañas, sean capaces de manejar y direccionar ondas de energía con gran precisión. Los ingenieros de materiales podrían tomar nota de estos mecanismos para desarrollar nuevas tecnologías, como sensores más eficientes o materiales que responden a vibraciones de manera específica.

Más que una simple trampa

Aunque los estabilimentos parecen ser una adaptación particularmente útil para las arañas como la Argiope bruennichi, que utiliza su tela para atrapar insectos, los investigadores advierten que no debemos apresurarnos a verlos solo desde una perspectiva ecológica.

En diferentes especies y ambientes, estos hilos podrían tener otras funciones, como proteger de depredadores o incluso ayudar a regular la temperatura de la tela. La naturaleza no suele apostar por una sola estrategia; más bien, sus soluciones son multifuncionales.

Un futuro lleno de inspiración

Este estudio no solo enriquece nuestro entendimiento sobre cómo las arañas perciben el mundo, sino que también nos invita a reconsiderar cómo podemos aplicar los diseños de la naturaleza en nuestra propia tecnología. En última instancia, la tela de araña nos recuerda que incluso los más pequeños detalles de la naturaleza pueden contener soluciones innovadoras para problemas complejos.

Así que la próxima vez que veas una telaraña, tal vez no solo te preguntes cómo la araña la construye, sino cómo esos hilos en zigzag podrían ser, en realidad, un sofisticado sistema de navegación sensorial. Las arañas llevan millones de años perfeccionando su arte, y ahora, por fin, sabemos un poco más sobre cómo lo hacen.

Fuente: oem.com.mx

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