CienciaDestacada

Osteofagia: el misterioso comportamiento de animales que comen huesos

La naturaleza está llena de comportamientos sorprendentes, pero pocos son tan intrigantes como la osteofagia, una práctica poco conocida que consiste en el consumo de huesos por parte de ciertos animales. Aunque a primera vista pueda parecer un signo de carencia o anormalidad, este comportamiento tiene un papel crucial en la ecología y el equilibrio de diversos ecosistemas.

¿Qué es la osteofagia?

El término «osteofagia» proviene del griego osteon (hueso) y phagein (comer). Se refiere específicamente al acto de masticar o ingerir huesos, generalmente por parte de animales herbívoros, aunque también se observa en carnívoros y omnívoros. Esta conducta no está relacionada directamente con la alimentación en sentido calórico, sino con la obtención de minerales esenciales, principalmente calcio y fósforo.

¿Por qué los animales comen huesos?

A diferencia de los carnívoros que consumen huesos como parte de su dieta habitual (como los hienas o los lobos), muchos animales practican osteofagia de forma ocasional para complementar su nutrición. Los huesos son una fuente rica en minerales difíciles de encontrar en vegetación o en el suelo, especialmente en entornos áridos o con suelos pobres.

Por ejemplo, los elefantes africanos son conocidos por visitar cementerios naturales de su especie y masticar huesos para suplir deficiencias minerales. Del mismo modo, las jirafas, que se alimentan principalmente de hojas, a veces roen huesos secos para obtener calcio. Incluso algunas aves, como los buitres, tragan pequeños huesos para aprovechar su contenido mineral.

Especies que practican osteofagia

Entre los animales documentados con comportamientos osteofágicos destacan:

  • Elefantes (Loxodonta africana): Mastican huesos de otros animales, sobre todo en la estación seca.
  • Jirafas (Giraffa camelopardalis): A menudo se les observa mordiendo huesos viejos con movimientos laterales de la mandíbula.
  • Antílopes y ciervos: Incluyen huesos en su dieta estacional, especialmente durante la formación de cuernos.
  • Roedores: Algunas especies roen huesos para desgastar sus dientes y obtener minerales.
  • Buitres y otras aves carroñeras: Tragan huesos pequeños enteros o los rompen con su pico.

Función ecológica de la osteofagia

La osteofagia desempeña un papel importante en el reciclaje de nutrientes dentro de los ecosistemas. Al romper y consumir huesos, los animales contribuyen a descomponer materia orgánica que de otro modo permanecería intacta durante años. Además, los excrementos de estos animales devuelven minerales al suelo, cerrando el ciclo de nutrientes.

Este comportamiento también puede influir en las dinámicas tróficas. Por ejemplo, la disponibilidad de huesos puede atraer a especies específicas a ciertas zonas, generando puntos calientes de biodiversidad.

Osteofagia en humanos: ¿una práctica del pasado?

Aunque no es común en la actualidad, la arqueología y la antropología han documentado casos de osteofagia en poblaciones humanas prehistóricas, especialmente en contextos de hambruna o rituales. Las marcas de mordeduras en huesos humanos o de animales sugieren que nuestros antepasados también buscaron en los huesos una fuente extra de nutrientes.

Osteofagia y ciencia forense

La osteofagia no solo interesa a biólogos y ecólogos. En el ámbito de la ciencia forense, el conocimiento sobre este comportamiento animal ayuda a interpretar escenas del crimen o restos óseos hallados en la naturaleza. Saber qué especies pueden haber alterado un hueso después de la muerte permite distinguir entre daño post-mortem y traumatismos antemortem.

Fuente: noticiasdelaciencia.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *