Nuevas imágenes muestran la influencia de los campos magnéticos en la formación estelar
Una colección de imágenes basadas en datos de los telescopios espaciales Herschel y Planck de la Agencia Espacial Europea (ESA) muestran la influencia de los campos magnéticos en las nubes de gas y polvo donde se forman las estrellas.
Las imágenes son parte de un estudio realizado por el astrónomo Juan D. Soler, del Instituto Max Planck de Astronomía en Heidelberg (Alemania), que utilizó datos recopilados durante las observaciones de todo el cielo del telescopio Planck y la ‘Encuesta de Gould Belt’ del telescopio Herschel.
Tanto Herschel como Planck jugaron un papel decisivo en la exploración del Universo frío y arrojaron luz sobre las muchas complejidades del medio interestelar: la mezcla de gas y polvo que llena el espacio entre las estrellas en una galaxia. Ambos telescopios terminaron su vida útil operativa en 2013, pero se siguen realizando nuevos descubrimientos a partir de su ‘tesoro’ de datos.
Herschel reveló con detalles sin precedentes los filamentos de material denso en las nubes moleculares en la Vía Láctea, y su papel clave en el proceso de formación de estrellas. Los filamentos pueden fragmentarse en grupos que eventualmente colapsan en estrellas. Los resultados de Herschel muestran un vínculo estrecho entre la estructura del filamento y la presencia de grumos densos.
Este telescopio observó el cielo en longitudes de onda infrarrojas lejanas y submilimétricas, y los datos se ven en estas imágenes como una mezcla de diferentes colores, con luz emitida por granos de polvo interestelar mezclados dentro del gas. La textura de las tenues bandas grises que se extienden a través de las imágenes como un patrón de cortinas se basa en las mediciones de Planck de la dirección de la luz polarizada emitida por el polvo y muestra la orientación del campo magnético.
El estudio exploró varias nubes moleculares cercanas, todas dentro de 1.500 años luz del Sol, incluyendo Tauro, Ofiuco, Lupus, Corona Australis, Chamaeleon-Musca, Aquila Rift, Perseo y Orión.
En este estudio, publicado el año pasado en ‘Astronomy & Astrophysics’, los datos de Herschel se usaron para calcular la densidad de las nubes moleculares a lo largo de nuestra línea de visión para investigar cómo interactúa el medio interestelar con los campos magnéticos circundantes.
Los astrónomos han pensado durante mucho tiempo que los campos magnéticos juegan un papel en la formación de estrellas, junto con otros factores como la presión de gas, la turbulencia y la gravedad. Sin embargo, las observaciones de los campos magnéticos en y alrededor de las nubes cercanas de formación estelar se han limitado hasta la llegada de Planck.
El documento se basa en estudios previos realizados por la colaboración de Planck para investigar cómo la materia interestelar está acoplada a estas líneas de campo magnético, moviéndose a lo largo de ellas hasta que convergen múltiples ‘cintas transportadoras’ de materia para formar un área de alta densidad.
Esto se puede ver en algunas imágenes en forma de ‘estrías’, que es un material que aparece perpendicular al filamento. Estas regiones continúan recibiendo materia a lo largo de las líneas magnéticas hasta que colapsan bajo su propia gravedad, volviéndose más frías y lo suficientemente densas como para crear ‘recién nacidos’ estelares.
Mientras que el campo magnético está preferentemente orientado de forma perpendicular a los filamentos más densos, parece que la orientación del campo magnético cambia de paralelo a perpendicular a medida que aumenta la densidad. Sin embargo, parece no haber correlación entre la tasa de formación de estrellas y la orientación entre filamentos y campos magnéticos, aunque el estudio también encuentra una correlación entre la distribución de las densidades proyectadas.
Fuente: europapress.es