No es un virus: así es la ‘epidemia’ que podría acabar con todos los hombres en el siglo XXI
La polarización y la desinformación crecientes dan nueva fuerza a las advertencias de Carl Sagan sobre la vulnerabilidad del pensamiento crítico
Carl Sagan, renombrado astrónomo, astrofísico, cosmólogo, escritor y divulgador científico, es ampliamente recordado por su influyente serie documental Cosmos, transmitida en 1980.
Su legado incluye una firme defensa del pensamiento crítico y el método científico.
De hecho, en su obra El mundo y sus demonios (1995), sostuvo que la ciencia es una herramienta esencial para enfrentar los aspectos más oscuros de la naturaleza humana, a los que llamó «demonios».
Según él, si no se combatían estas fuerzas, el pensamiento crítico y la capacidad de las personas para tomar decisiones racionales estarían en grave peligro.
A más de tres décadas de la publicación de esta obra, sus predicciones resuenan con una actualidad inquietante.
Muchos observan que la proliferación de desinformación, impulsada por el auge de las redes sociales y las burbujas informativas, dio paso a lo que podría considerarse una verdadera epidemia moderna: la incapacidad de discernir hechos de opiniones.
Esta crisis no solo amenaza con debilitar los pilares de las sociedades democráticas, sino que también exacerba problemas globales como la negación del cambio climático, el resurgimiento de teorías conspirativas y la polarización extrema.
La predicción de Carl Sagan que anticipó cómo sería el futuro de los hombres en el siglo XXI
Carl Sagan, en su libro publicado en 1995, plasmó una predicción del futuro que aún resuena con fuerza.
Anticipó un escenario donde la sociedad de los Estados Unidos, transformada por una economía de servicios y basada en la información, enfrentaría profundos desafíos sociales y culturales. En sus palabras:
«Tengo el presentimiento de una América en la época de mis hijos o nietos, cuando Estados Unidos sea una economía de servicios y de la información; cuando casi todas las industrias manufactureras clave se hayan ido a otros países; cuando los impresionantes poderes tecnológicos estén en manos de unos pocos, y nadie que represente el interés público pueda siquiera entender los problemas; cuando la gente ha perdido la capacidad de establecer sus propias agendas o de cuestionar con conocimiento de causa a los que tienen autoridad; cuando, aferrados a nuestros cristales y consultando nerviosamente nuestros horóscopos, nuestras facultades críticas en declive, incapaces de distinguir entre lo que se siente bien y lo que es verdad, nos deslizamos, casi sin darnos cuenta, de nuevo hacia la superstición y la oscuridad».
Este pasaje, lejos de ser solo una advertencia, es una reflexión sobre las consecuencias de la dependencia tecnológica, la desinformación y el abandono del pensamiento crítico.
¿Qué es el pensamiento crítico?
El pensamiento crítico es la capacidad de analizar y evaluar información de manera objetiva para formar un juicio.
Implica un proceso mental activo que requiere disciplina, análisis, interpretación, inferencia, evaluación y explicación de las evidencias. No se trata simplemente de acumular información, sino de comprenderla profundamente, cuestionarla y aplicarla de manera efectiva.
Cómo podemos recuperar el pensamiento crítico
Según Carl Sagan, los «demonios» se pueden combatir con herramientas que fortalezcan el sentido común. De esta manera, compartió estrategias para luchar contra la desinformación:
- Siempre debe haber una confirmación independientemente de los «hechos».
- Siempre se debe alentar el debate sobre la prueba por parte de defensores con conocimientos de todos los puntos de vista.
- En la ciencia no hay autoridades; como máximo, hay expertos.
- Tome más de una hipótesis. Si hay algo que se debe explicar, piense en todas las diferentes maneras en que podría explicarse.
- Intente no comprometerse en exceso con una hipótesis propia.
- Si lo que explica, sea lo que sea, tiene alguna medida, alguna cantidad numérica relacionada, será mucho más capaz de discriminar entre hipótesis en competencia.
- Si hay una cadena de argumentación, deben funcionar todos los eslabones de la cadena.
- Pregúntese siempre si la hipótesis puede ser falsificada.
¿Quién fue Carl Sagan?
Carl Sagan fue un astrónomo, astrofísico, cosmólogo, escritor y divulgador científico estadounidense.
Fue conocido por su trabajo en la divulgación de la ciencia, su defensa del pensamiento escéptico científico y su participación en la búsqueda de vida extraterrestre a través del Proyecto SETI.
Sagan nació en Nueva York en 1934 y se doctoró en astronomía y astrofísica en la Universidad de Chicago en 1960. Trabajó en la Universidad de Harvard y en el Instituto Smithsoniano de Astrofísica antes de convertirse en profesor de astronomía y ciencias del espacio en la Universidad Cornell en 1968.
Posteriormente, se convirtió en uno de los fundadores del Comité para la Investigación Escéptica (CSI), una organización dedicada a la promoción del pensamiento crítico.
Finalmente, murió de neumonía en 1996 a la edad de 62 años.
Fuente: cronista.com