Más de mil genes están asociados a la inteligencia
Una investigación desarrollada por científicos holandeses con la colaboración de colegas suecos, británicos y norteamericanos, ha identificado más de 1.06 genes asociados a la inteligencia, la mayoría de ellos desconocidos por la ciencia.
El equipo realizó un estudio de asociación del genoma completo (GWAS) a gran escala y descubrió 190 locus genómicos (posiciones fijas en un cromosoma que determinan la posición de un gen) y 939 genes vinculados con la inteligencia.
Una investigación anterior del mismo equipo, liderado por Danielle Posthuma, del VU University Medical Center de Amsterdam, había constatado el año pasado que al menos 40 genes están asociados a la inteligencia.
El nuevo estudio, según informa Sciencealert, aumenta considerablemente esta cifra y establece que las bases genéticas de la inteligencia son mucho mayores de lo que se creía hasta ahora, lo que amplía nuestra comprensión de las bases genéticas de la función cognitiva.
El nuevo estudio se desarrolló en dos partes. En la primera, los investigadores analizaron la asociación del genoma completo de casi 270.000 personas pertenecientes a 14 grupos independientes de ascendencia europea. En la segunda, el mismo análisis se extendió a otras 449.484 personas. Los autores consideran que la ascendencia europea aumenta la posibilidad de que haya variantes genéticas comunes.
Niveles y genética
La investigación consistió, primeramente, en establecer mediante diversas pruebas el nivel de inteligencia de cada una de los participantes. A continuación compararon los niveles de inteligencia mostrados en los test con sus variantes genéticas, con la finalidad de determinar qué mutaciones están vinculadas a los diferentes niveles de inteligencia.
Encontraron más de nueve millones de mutaciones genéticas en los participantes e identificaron asimismo 205 regiones en el código genético que tienen relación con la inteligencia (anteriormente sólo se habían encontrado cinco regiones). Por último, localizaron a 1.076 genes relacionados con la inteligencia, de los que hasta ahora sólo 77 eran conocidos por la ciencia.
Otra de las constataciones de esta investigación es que las personas con mayor inteligencia tienen probabilidades de vivir más tiempo, ya que los genes encontrados en los participantes que están relacionados con la inteligencia, también lo están con la longevidad.
Sin embargo, las personas más inteligentes, si bien son proclives genéticamente al autismo, tienen menos posibilidades de padecer Alzheimer, déficit de atención, depresión o esquizofrenia, siempre según su arquitectura genética.
Luz sobre la inestabilidad emocional
La investigación también determinó una relación entre la genética y el neuroticismo o inestabilidad emocional. Este rasgo, que se mide también mediante test (al igual que el nivel de inteligencia), tiene un componente genético significativo: 136 locus genómicos y 599 genes asociados.
Los autores señalan que, aunque todavía es prematuro obtener conclusiones definitivas, la ciencia dispone ahora de nuevas pistas para desentrañar la neurobiología del neuroticismo, lo que en el futuro puede propiciar la aparición de medicamentos de nuevo cuño para su tratamiento.
«Nuestros resultados indican una superposición en los procesos genéticos que intervienen en el funcionamiento cognitivo y en los rasgos neurológicos y psiquiátricos, y proporcionan pruebas sugestivas de asociaciones causales que pueden impulsar estas relaciones», escriben los investigadores.
«Estos resultados son importantes para comprender los fundamentos biológicos del funcionamiento cognitivo y contribuir a la comprensión de los trastornos neurológicos y psiquiátricos relacionados», concluyen.
Este estudio arroja nueva luz a las investigaciones sobre la naturaleza de la inteligencia. Se sabe que tiene relación con la densidad de la materia gris del cerebro, tal como explicamos en otro artículo, y con la capacidad de conexiones entre neuronas o eficiencia neuronal. La genética no sólo no está al margen de estos logros de la naturaleza, sino que determina en gran medida la función cognitiva.
Fuente: tendencias21.net