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Los venenos más mortíferos conocidos por el ser humano

En este listado hay sustancias producidas por animales, plantas y hasta creadas por el hombre

Paracelso (1493-1541) fue un médico suizo a quien se le reconoce por ser uno de los creadores de las drogas basadas en químicos y minerales.

También se le adjudica la frase fundacional de la toxicología: “La dosis hace al veneno”. Es decir, toda sustancia puede ser ‘venenosa’ si se ingiere en exceso.

Esa definición, simple pero poderosa, sigue siendo citada para explicar el indicador más común con el que se mide la toxicidad: la dosis letal mediana (DL50) que es, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, “la cantidad de sustancia necesaria, en ingestión única, para provocar la muerte del 50 % del total de individuos que la ingieren”.

Es esta medida la que permite determinar, por ejemplo, que un humano promedio podría morir si ingiriera en una sola sentada seis litros de agua pura (H2O), según datos de la página web Chemical Safety Facts.

Caso contrario es el de las sustancias que conforman la lista de las 9 más mortíferas, pues son letales a partir de dosis minúsculas. Como dato curioso está que la mayoría de estos venenos provienen de la naturaleza.

Tetrodotoxina

DL50: 1 a 2 miligramos, según el libro ‘Toxicología clínica, alimentaria y ambiental’ (2007).

Origen: está presente en algunos animales acuáticos, como el pez globo, y algunas especies de pulpos. No existe consenso científico sobre si los animales con Tetrodotoxina la adquieren por medio de su dieta o si la producen naturalmente.

Efectos: bloquea los canales de sodio en la membrana celular. Afecta el sistema nervioso central y periférico causando parálisis y, posteriormente, la muerte.

Ricina

DL50: 1 a 20 miligramos por kg si es ingerida o 500 microgramos si es inyectada o inhalada, según un artículo escrito por Simmon Cotton, profesor de Química en la Universidad de Birmigham (Inglaterra), y publicado en el medio académico ‘The Conversation’.

Origen: la toxina se puede obtener mediante el procesamiento de las semillas de ricino (Ricinus communi), un arbusto reconocible por sus frutos rojos con púas.

Efectos: inhibe la síntesis de proteínas a nivel celular. Puede causar diversos síntomas, como hemorragia intestinal, edema pulmonar e insuficiencia renal.

Ciclosarin

DL50: 30 miligramos por 70 kg, según el informe ‘Química para la paz y el desarrollo’, del Gobierno argentino.

Origen: agente nervioso gaseoso utilizado como arma química, más tóxico que el sarín, pero menos tóxico que el VX. Fue sintetizado durante la Segunda Guerra Mundial.

Efectos: al igual que otros agentes de esta naturaleza, entorpece el funcionamiento del sistema nervioso. Causa convulsiones, insuficiencia respiratoria y muerte.

VX

DL50: 3 microgramos por kg. Es decir: hace falta menos de una gota en contacto con la piel para ser mortal, según el artículo escrito por Simmon Cotton.

Origen: arma química creada en Reino Unido a principios de la década de 1950 (en el marco de la Guerra Fría). Fue clasificado como un arma de destrucción masiva por la Organización de las Naciones Unidas.

Efectos: es un agente líquido aceitoso que interfiere la transmisión de señales nerviosas entre células. Produce contracciones musculares incontrolables. Sus víctimas mueren asfixiadas.

Batracotoxina

DL50: 2 microgramos por kg. El tamaño de dos granos de sal de esta sustancia serían suficientes para causar la muerte, según el artículo escrito por Simmon Cotton.

Origen: es secretado por algunas ranas de la familia Dendrobatidae, también conocidas como ranas punta de flecha o dardo. Reciben este nombre genérico porque el veneno de algunas especies, como la rana dardo dorada de Colombia, ha sido usado como ‘arma de caza’ por indígenas de América del Sur.

Efectos: impide la transmisión del impulso nervioso hacia los músculos, lo que produce parálisis y fallo cardíaco.

Palitoxina

DL50: 4 microgramos, según la ‘BBC’.

Origen: proviene de la Palythoa tóxica, una especie de coral blando del género Palythoa, que se encuentra en Hawái, Estados Unidos. Aunque dicha toxina se ha hallado en varias especies de algas.

Efectos: existen pocos casos registrados de intoxicación por palitoxina. Pero se cree que sus síntomas son similares a los de otras patologías causadas por sustancias similares, como la maitotoxina.

Maitotoxina

DL50: en experimentos con ratones, 50 nanogramos por kg. “Una magnitud menor que el DL50 de la batracotoxina”, se lee en el artículo de ‘The Conversation’.

Origen: es secretada por algunos dinoflagelados (organismos unicelulares marinos que son consumidos por crustáceos y peces de arrecifes coralinos).

Efectos: “ejerce sus efectos aumentando el flujo de iones de calcio a través de la membrana del músculo cardíaco, provocando insuficiencia cardíaca”, explica Cotton en el artículo.

Polonio 210

DL50: 10 nanogramos inhalados, o 50 nanogramos ingeridos, según la página educativa De Química.

Origen: elemento químico metálico radiactivo. Se producen bajísimas cantidades de manera natural en la corteza terrestre. Es producido artificialmente en reactores nucleares.

Efectos: la intoxicación con polonio causa que “el hígado y los riñones fallen, se paralice el metabolismo y poco después sobrevenga la muerte”, relata el medio ‘ABC’.

Toxina botulínica

DL50: un nanogramo por kg. Esto significa que 0,0000001 gramos bastan para ser mortales para una persona de 70 kg, según el artículo escrito por Simmon Cotton.

Según la ‘BBC’, 2 kilogramos de esta sustancia serían suficientes para acabar con toda la población humana.

Origen: Es producida por la bacteria Clostridium Botulinum, bacilos que prosperan en condiciones con poco oxígeno. Se crea en pequeñísimas concentraciones (incluso menores a su DL50) por laboratorios estéticos que la comercializan con el nombre del conocido botox, el cual es inyectado para eliminar temporalmente las arrugas.

Efectos: es la toxina responsable de producir botulismo, una intoxicación alimentaria poco común caracterizada por una parálisis muscular progresiva.

Fuente: eltiempo.com