La investigación, que hoy avanza en línea la revista Nature, se llevó a cabo con gusanos nematodos genéticamente idénticos, después de que los científicos se preguntasen “¿por qué hay individuos genéticamente idénticos que son diferentes?”.
“Nuestro laboratorio hace tiempo que está interesado en comprender por qué individuos genéticamente idénticos que comparten el mismo ambiente a menudo presentan diferencias sustanciales en sus características”, ha explicado en un comunicado Ben Lehner, coordinador del Programa de Biología de Sistemas en el CRG.
“Observamos que la edad de la madre tiene un efecto importante en la fisiología de su descendencia”, ha detallado Marcos Francisco Pérez, estudiante de doctorado y coprimer autor del trabajo.
“Sorprendentemente, hemos descubierto que las madres muy jóvenes producen una descendencia con defectos en diversas características como tamaño, la tasa de crecimiento, o la resistencia al hambre”, ha comentado el investigador posdoctoral y coprimer autor del artículo Mirko Francesconi.
El investigador ha explicado que “la descendencia de las madres jóvenes tiene a la vez menos descendencia cuando éstos llegan a la edad adulta”.
Según Pérez, “estas diferencias se deben principalmente a que las madres jóvenes proveen los embriones de menos vitela, que es el conjunto de nutrientes con que se alimenta el embrión”.
“¿Qué interés puede tener para un gusano dejar descendencia antes pero que ésta sea de menor calidad? Dejar descendencia pronto, incluso cuando ésta es de peor calidad, puede ser muy beneficioso para los gusanos. Acorta de forma dramática el tiempo entre generaciones y eso es bueno a nivel adaptativo”, argumenta Pérez.
“Este es un ejemplo realmente interesante sobre cómo la fisiología de la generación previa puede alterar no sólo el desarrollo embrionario de un animal sino también sus características cuando sea adulto”, ha concluido.
Las diferencias que nos distinguen
Ben Lehner y su equipo estudian qué hace que los individuos sean diferentes y cómo estas diferencias se originan en las interacciones entre la genética, el ambiente, el apellido y el azar.
Los gusanos nematodos son unos organismos muy adecuados para este tipo de estudio porque los científicos pueden hacer crecer grandes poblaciones de individuos genéticamente idénticos en un mismo ambiente controlado en el laboratorio.
Los gusanos y los humanos son evolutivamente muy distantes pero comparten un gran número de genes, así como también la mayoría de las principales vías genéticas encargadas de regular, por ejemplo, el desarrollo, el metabolismo, y la nutrición.
Sin embargo, los resultados que hoy se presentan en relación al efecto de la edad maternal no se pueden traducir en humanos pero sí permiten ilustrar el tipo de vías que puede haber para explicar las diferencias entre individuos idénticos.
“Nuestros resultados también son importantes para los miles de personas que investigan utilizando estos organismos. A menudo la gente no tiene en cuenta la edad maternal cuando diseña sus experimentos y ahora nosotros hemos demostrado que es un factor importante a considerar”, según Lehner.
Fuente: EFE