Los primeros vertebrados venenosos fueron ancestros de los mamíferos
África ha sido siempre un hábitat muy competitivo, en el que, para sobrevivir, muchos animales deben defenderse de depredadores que les superan ampliamente en tamaño corporal. ¿Cómo defenderse de una gran bestia cuando no hay oportunidad de huir ni de esconderse? Volverse venenoso puede ser una buena solución.
Eso es exactamente lo que hizo, gracias a la evolución, un ancestro de los mamíferos, el terápsido denominado Euchambersia mirabilis, hace unos 260 millones de años. Su condición de venenoso le ayudó de modo decisivo a superar las difíciles condiciones impuestas por el entorno sudafricano de aquella época. Esta bestezuela, con un tamaño no mayor que el de un perro, desarrolló una estructura justo detrás de sus colmillos, en la mandíbula superior, que acomodaba una glándula, en la cual se producía un veneno que resultaba mortífero para muchas clases de animales.
El hallazgo que lo ha permitido desvelar es la primera evidencia del vertebrado venenoso más antiguo encontrado, y lo más sorprendente es que no se trata del tipo de animal que esperaríamos, tal como subraya Julien Benoit, de la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo (Sudáfrica) y miembro del equipo de investigación. Hoy en día, las serpientes son conocidas por su mordedura venenosa, y bien podríamos considerarlas las pioneras entre los vertebrados venenosos, pero si retrocedemos en su registro fósil, veremos que este se desvanece hace unos 167 millones de años. Todo apunta, por tanto, a que hace 260 millones de años el Euchambersia desarrolló veneno, más de 100 millones de años antes del nacimiento de la primera serpiente.
Fuente: noticiasdelaciencia.com