Los perros, como los humanos, también lloran cuando están felices

Un estudio publicado en ‘Current Biology’ confirma que los canes lloran al reencontrarse con sus dueños y cuando experimentan momentos alegres

Los perros y los humanos tenemos un vínculo especial. El mejor amigo del hombre. Tanto es así, que alejarnos de ellos duele. Son un miembro más de la familia, y sufrimos y lloramos por estar lejos de ellos y por su bienestar. “¿Estará bien?, ¿y si le ha pasado algo?, ¿se acordará de nosotros?”. Si tiene un perro, también habrá experimentado estas sensaciones. Pero, ¿las tienen también ellos? ¿Lloran los perros?

Pues un nuevo estudio sugiere que sí, al menos algunas de estas sensaciones. La investigación, publicada ayer en la revista Current Biology, es una de las primeras en analizar en profundidad esta cuestión, Según los autores, los ojos de los perros se llenan de lágrimas, y esto es más habitual cuando se reúnen con nosotros tras haber pasado alejados un determinado tiempo, como un periodo de vacaciones o tras dejarlos solos en casa.

“Hemos descubierto que los perros derraman lágrimas asociadas a emociones positivas”, afirma a este diario Takefumi Kikusui, investigador de la Universidad de Azabu (Japón) y autor de este estudio. “También hicimos el descubrimiento de la oxitocina como posible mecanismo subyacente”.

La oxitocina es la hormona que se encarga de regular los comportamientos, sentimientos y emociones de las conductas paterno/filial y de la lactancia. Es conocida como la hormona “del amor”, tal y como detalla Kikusui.

Junto con otros investigadores, Kikusui decidió estudiar el comportamiento de sus compañeros caninos, en este caso de las hembras al dar a luz. Comprobaron que, al dar de mamar a sus cachorros, ellas lloraban. No de la misma forma que los seres humanos, pero sí vieron que sus ojos se inundaban de lágrimas. “Eso me dio la idea de que la producción de oxitocina podría aumentar las lágrimas”, relata el científico nipón.

A partir de ese momento, realizaron una serie de experimentos para comprobar si realmente los perros lloran. Primero hicieron varias pruebas para medir el volumen de lágrimas de los perros antes y después de reunirse con sus dueños. ¿El resultado? El volumen de lágrimas aumentó cuando se reunían con estos, algo que no sucedía cuando se encontraban con una persona desconocida.

Después añadieron oxitocina a los ojos de los canes y la cantidad de lágrimas también aumentó.

Este hallazgo respalda la idea de que la liberación de oxitocina desempeña un papel fundamental en la producción de lágrimas cuando los perros y sus dueños vuelven a estar juntos. “Nunca habíamos oído hablar de que los animales derramaran lágrimas en situaciones alegres, como el reencuentro con sus dueños, así que nos entusiasmamos con estos resultados”, asegura Kikusui.

En este sentido, el proyecto corroboró que los perros lloran en situaciones positivas y que el vínculo entre los canes y los dueños es más fuerte de lo que ya se creía.

Los seres humanos nos hemos interesado a lo largo de los años por investigar el comportamiento de los animales, un campo que se conoce como etología, y muchos de estos estudios han estado centrados en los perros. Así, hay investigadores que sostienen que los canes sonríen, pues aseguran que su expresión facial cambia cuando están disfrutando. El vínculo con nuestros perros se fortalece con los años, y algunos etólogos, vinculan su capacidad de sonreír con una larga convivencia con ellos.

Son muchas las imágenes y vídeos que nos encontramos en redes sociales como Twitter o Instagram de estos sonriendo. Incluso los dueños crean cuentas personales de sus propios perros: Unos para mostrar a otros usuarios lo guapo que es su can, otros para mostrar las increíbles hazañas de estos, y otros, simplemente, por diversión. Si usted tiene un perro, seguro que también lo ha visto.

Por otro lado, son numerosos los estudios que están intentando averiguar si además de tener capacidades cognitivas, los perros muestran alguna forma de autoconciencia.

Una investigación publicada en Scientific Reports el año pasado sugirió que sí la tienen. Tras analizar el comportamiento de 32 perros, su estudio reveló que los canes son capaces de entender que sus actos tienen consecuencias, además de reconocer su cuerpo como un obstáculo en el medio.

En el experimento, tenían que llevar a sus dueños un juguete atado a una alfombra en la que estaban los perros. Los animales se daban cuenta de que su propio cuerpo era un obstáculo para entregar el juguete, y que tenían que salirse de la alfombra para completar la prueba.

El vínculo entre perro y humano a lo largo de los años se ha ido fortaleciendo, y esa indescriptible sensación es la que nos mantiene unidos. ¿Amor? ¿Felicidad? ¿Paz? ¿Compañía? Todo ello.

Fuente: elmundo.es