Los mensajes de amor que los científicos ocultan en sus publicaciones
El amor, como tantas otras cosas, está presente en todo momento. A menudo, este sentimiento inspira a las personas a cometer “locuras” o a gritar a los cuatro vientos las inquietudes más personales. Este es el caso de varios investigadores que aprovecharon la oportunidad para declarar su amor de la manera más original, ocultando sus propuestas de matrimonio en trabajos de investigación y que la revista Nature ha recogido con el fin de celebrar el día de San Valentín, esta semana.
Caleb Brown quería que su propuesta perdurara tantos años como los fósiles que tiene que analizar en su día a día. Por ello, el paleontólogo del Museo Royal Tyrrell en Drumheller (Canadá) decidió preguntarle a su novia, Lorna O’Brien -quien trabaja en el mismo museo-,si quería casarse con él pidiéndoselo en la parte de agradecimientos de un trabajo de investigación -publicado en Current Biology- sobre una nueva especie de dinosaurio, el Regalicertapos peterhewsi.
Consciente de que esta técnica le serviría para ser citado en futuras investigaciones, Caleb describió con todo lujo de detalles su propuesta en el texto. “Fue mi intento de atribuir algo de inmortalidad a la propuesta”, señala el protagonista de la historia a Nature. Pero O’Brien, quien no dudó en responder “sí, quiero”, no fue la única persona que leyó los agradecimientos del informe de su prometido. Cuando los periodistas descubrieron la sorpresa escondida, rápidamente la propuesta de Brown se convirtió en viral en la red.
Pero Caleb no fue el único en arriesgar en el amor a través de los agradecimientos de su artículo. El exbiólogo marino David Tamayo quiso hacer histórica la propuesta de matrimonio a su novia Carolina Muguruza, antes de abandonar el mundo de la ciencia. “En el ámbito en el que nos movemos, los artículos científicos representan la máxima expresión de nuestro trabajo, así que tenía sentido hacerlo así. Pensé que podía ser original y curioso”, explica el actual profesor de secundaria en el País Vasco a El País.
Pese a que entregó su artículo sobre fisiología energética de moluscos bivalvos en septiembre de 2015, no fue hasta junio cuando salió publicado en la revista Marine Biology. El joven esperó hasta la última corrección para pedir a los responsables de la revista su propuesta. “Tenía miedo de que se estropease el rigor de la publicación. Adjunté una nota en la que les explicaba que entendía perfectamente si no lo consideraban adecuado, pero que si la incluían iba a significar todo para mí”, confiesa.
Como desde la publicación no se opusieron, al final de su texto, en el capítulo de los agradecimientos puede leerse el siguiente mensaje en inglés: “Por último, D. Tamayo quiere agradecer, en particular, el apoyo incalculable recibido de C. Muguruza durante todos estos años ¿Te quieres casar conmigo?”.
Además de esta sorpresa, cuando la pareja se encontraba en casa, Tamayo pidió a su novia Carolina que leyera los reconocimientos que había incluido en la revista. “Le pregunté si podía verificar esa sección porque quería estar seguro de que la publicación no se había olvidado a alguien”, continúa. Cuando ella se dio cuenta de lo qué estaba ocurriendo, Tamayo ya estaba arrodillado sosteniendo en anillo.
Sin embargo, un plan tan ambicioso como pedir a tu pareja que se case contigo a través de los agradecimientos no siempre sale como esperas. Y si no, que le pregunten al científico Kegiang Chen quien tuvo que pedir a su novia Qiaohui Zhong que leyera hasta tres veces su artículo publicado por la revista Nanoscale para que se fijara en la propuesta.
Zhong -quien trabaja en el mismo laboratorio que Chen, dentro de la Universidad de Tecnología de Wuhan (China) y coautora del artículo- no se dio cuenta de la propuesta la primera vez. Pero, como toda historia bonita de amor, tuvo un final feliz y se dieron el “sí, quiero” el pasado año según la revista Nature.
Fuente: lavanguardia.com