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Los leones ‘devoradores de hombres’ existieron en África hace un siglo: estos científicos han encontrado pruebas irrefutables de ello

El análisis de los colmillos de los llamados “Devoradores de hombres de Tsavo” revela que la historia es cierta: comían humanos a a finales del siglo XIX

En Urban Tecno estamos acostumbrados a escribir sobre los animales que pueblan nuestro planeta. No obstante, la historia de hoy nada tiene que ver con lo escrito hasta ahora. Cuando hablamos de bestias siempre nos surge una pregunta: ¿pueden comer hombres? La respuesta es que depende. No es lo habitual, pero en 1898 una pareja de leones aterrorizó a los trabajadores que estaban levantando la línea de ferrocarril en Tsavo, Kenia (África). Fueron llamados “Devoradores de hombres” y hoy los científicos han confirmado que todas las historias alrededor de ellos eran inquietantemente ciertas.

Como decíamos antes, en Urban Tecno no es raro que escribamos sobre animales maravillosos. Desde los buitres leonados que habitan España hasta los antiguos mamuts desaparecidos después de la Edad de Hielo, qué decir de los magníficos dinosaurios, de los cuales cada semana se halla una nueva especie. Ahora bien, ninguno de estos seres comió hombres por dieta o por fechas. No obstante, en África una pareja de leones se lanzó al ataque acabando con la vida de varias docenas de trabajadores a los cuales devoraban.

Estos dos leones de Kenia devoraron a 35 personas en menos de un año

La historia de estos trágicos hechos se remonta a finales del siglo XIX cuando los británicos dominaban el área de Kenia y otros territorios. Para intentar conectarlos y mejorar el transito y comercio se estableció una vía férrea. Los trabajos iban viento en popa hasta que al llegar la construcción al área de Tsavo en Kenia se toparon con un problema. Una pareja de leones de Tsavo, característicos por no tener melena como los que estamos acostumbrados a ver por la televisión, apareció cerca de las obras y empezó a atacar a los obreros por las noches en sus tiendas. Indefensos y sin saber que hacer, las obras quedaron paralizadas.

En marzo de 1898 llegó para asumir el puesto de ingeniero jefe el teniente coronel John Henry Patterson al cual se le informó de todo lo que estaba pasando. No pasó mucho tiempo hasta que pudo ver con sus propios ojos lo terribles que eran los ataques de los dos felinos. En sus memorias publicadas en 1907 bajo el nombre de Los leones devoradores de hombres de Tsavo, el coronel contaba en la página 7 de su obra:

El suelo estaba cubierto de sangre , trozos de carne y los huesos más grandes, pero la cabeza estaba intacta, salvo un par de agujeros hechos por los colmillos del león. Era la visión más espantosa que había visto nunca. Era evidente por las marcas que había por todas partes que dos leones habían estado allí y probablemente habían luchado por la posesión del cuerpo.

El oficial quiso acabar con el problema de una vez por todas y equipado con fusiles Martini-Henry y Lee-Enfield, Patterson se dispuso a ir tras los animales para darles cazas. Fue un trabajo arduo y largo en el tiempo, ya que el británico no logró abatir al primer león hasta el 9 de diciembre de ese año. El segundo de ellos cayó tres semana más tarde, el 29 de diciembre. Con la pareja abatida las labores en el ferrocarril pudieron continuar sin peligro.

La historia de Patterson contada en Devoradores de hombres sirvió de base para grabar hasta tres films. El más conocido de ellos fue estrenado en 1996 en España con el nombre de Los demonios de la noche y protagonizado por los actores Val Kilmer y Michael Douglas.

Uno puede llegar a pensar que todas esta historia es una simple invención y no es menos cierto que Patterson exageró algunos datos, pero los científicos modernos han confirmado todo lo que ocurrió en Tsavo hace ya más de 120 años. Los dos esqueletos y pieles de los leones fueron adquiridos por el Museo Field de Chicago hace un siglo y gracias a ellos los expertos han podido hacer las pertinentes pruebas. ¿Qué se ha descubierto? Pues tras analizar la dentadura se ha podido comprobar que estos animales no solo devoraron hombres, también presas típicas como los ñus.

El estudio que ha revelado esto se ha publicado en la revista académica Current Biology. Los autores han explicado como analizando de cerca la dentadura de los carnívoros han descubierto pelo apelmazado que ha sido examinado. En este pelo han encontrado los restos humanos y de otras presas. Así que todo lo contado por Patterson se confirma y nos brinda una tétrica historia sobre cómo un animal que a priori no come seres humanos puede acabar convertido en un verdadero devorador de hombres.

Fuente: mundodeportivo.com