Logran transformar las células de la granulosa, que rodean los ovocitos, en óvulos viables

¿Es posible obtener células sexuales a partir de células somáticas? La respuesta parece afirmativa, aunque de momento solo en ratones, de acuerdo con un estudio publicado en tiempo reciente por la revista Cell Reports. En concreto, Lin Liu y su equipo, de la Universidad Nankai en China, transformaron células de la granulosa en óvulos funcionales, que tras ser fecundados produjeron descendencia viable.

Las células somáticas son aquellas que contienen 2 juegos de cromosomas, heredados cada uno de un progenitor, y constituyen la mayor parte de los órganos y tejidos del organismo. En cambio, las células no somáticas, es decir las germinales o sexuales, a partir de las cuales derivan los gametos (los ovocitos y los espermatocitos), contienen una sola copia del material genético.

Durante la ovulación, en el folículo ovárico, las células (somáticas) de la granulosa que rodean al óvulo inmaduro secretan hormonas sexuales, en especial estrógenos, y factores de crecimiento que contribuyen al desarrollo de la célula sexual. Sin embargo, una vez liberado el gameto femenino, producen la hormona progesterona, que en caso de ocurrir la fusión con un espermatozoide resulta necesaria para el mantenimiento de las primeras etapas del embarazo.

Asimismo, las células de la granulosa presentan propiedades similares a las de las células madre, por lo que los científicos exploraron la posibilidad de reprogramarlas a fin de generar ovocitos.

Para ello, emplearon una mezcla química compuesta por ácido crotónico, un inhibidor de la proteína cinasa asociada a Rho (Rock, por sus siglas en inglés) y vitamina C. El primero facilitó la conversión de las células de la granulosa en células madre pluripotentes. El segundo previno su muerte, a la vez que favoreció su proliferación. Y la tercera indujo la división celular propia de las células reproductoras mediante la cual el número de cromosomas se reduce a la mitad, también conocida como meiosis.
De la fecundación de estos óvulos inducidos nacieron 5 crías; 4 de ellas sobrevivieron hasta alcanzar la edad adulta y alumbraron camadas sin alteraciones significativas, indistinguibles de la descendencia de ratones nacidos por reproducción natural.

Interesantemente, la transformación química también preservó la estabilidad genética de los ovocitos obtenidos. Ello resulta esencial, pues, a diferencia de las células somáticas, cualquier mutación presente en las células sexuales afectará a las generaciones sucesivas.

Para Liu y sus colaboradores, el hallazgo supone un avance para la biología de la reproducción. Hasta la fecha, en procesos de fertilización in vitro los miles de células de la granulosa que acompañan al óvulo se descartan. No obstante, de poder transformarse ello aumentaría las probabilidades de preservar la fertilidad femenina. Aún así, los autores se muestran prudentes ante una posible aplicación del método en humanos.

Fuente: investigacionyciencia.es