En sedimentos de cuevas sin restos esqueléticos –incluida la de El Sidrón, en Asturias–, un equipo de científicos dice haber conseguido detectar ADN de seres humanos antiguos.
La técnica de detección que aplicaron –desarrollada por un equipo internacional con participación del CSIC–, incluso identificó antiguas secuencias de ADN humano de lugares donde se ha propuesto la presencia neandertal pero nunca se ha demostrado.
Según los autores, la técnica –que se detalla en ‘Science’– representa una valiosa herramienta para reconstruir la historia evolutiva humana (y de otros mamíferos). Hasta la fecha, el análisis de ADN de individuos arcaicos ha contribuido enormemente a la comprensión de la evolución, pero los fósiles del Pleistoceno (a menudo referido como la Edad de Hielo) han sido escasos, obstaculizando la comprensión sobre el movimiento humano antiguo en esta época.
Vivian Slon, del Instituto de Evolución Antropológica Max Planck, en Leipzig, Alemania, y sus compañeros decidieron investigar si el ADN homínido podría sobrevivir en sedimentos en sitios arqueológicos incluso en ausencia de huesos. Para ello, recogieron 85 muestras de sedimentos de hace entre unos 550.000 y 14.000 años, del Pleistoceno, procedentes de ocho cuevas de Eurasia –entre ellas, la de El Sidrón(Asturias)–, donde se sabe que han vivido seres humanos antiguos.
«Este trabajo representa un avance excepcional porque permite conocer qué especie de homínido ocupaba una cueva o un nivel estratigráfico concreto, incluso en ausencia de cualquier resto de huesos o esqueletos. La novedad es aprovechar lo que hasta ahora se desechaba, el sedimento del suelo, y descubrir que está plagado de secuencias de ADN de organismos que ocuparon ese terreno», destaca Antonio Rosas, investigador del CSIC en el Museo Nacional de Ciencias Naturales.
A partir del ADN de mamífero identificado en estas muestras, se aisló ADN mitocondrial (ADNmt). El cribado a gran escala de este ADNmt reveló ADN de Neandertal en cuatro cuevas y ADN de denisovano en otra. Los resultados pueden ayudar a establecer el análisis de ADN de sedimentos como un útil procedimiento arqueológico en el futuro.
Fuente: Europa Press