La voz materna fortalece el cerebro de bebés prematuros

Se fortalece el vínculo entre ambos

Un estudio reciente mostró que los bebés por nacer escucharon la voz de sus madres durante el embarazo y que esta experiencia ayudó a desarrollar las vías cerebrales del lenguaje.

La investigación, publicada el 13 de octubre en la revista Frontiers in Human Neuroscience, observó a bebés prematuros hospitalizados que escucharon grabaciones con la voz de sus madres leyendo cuentos.

La voz materna impulsó la maduración cerebral de los bebés

Los bebés que escucharon esas grabaciones mostraron una maduración más rápida en una vía cerebral clave para el lenguaje, en comparación con los que no recibieron esa exposición.

“Esta es la primera evidencia causal de que la experiencia del habla contribuye al desarrollo del cerebro a una edad tan temprana”, señaló Katherine Travis, profesora asistente de la Facultad de Medicina Weill Cornell y del Instituto Neurológico Burke, en Nueva York.

Travis explicó que esta podría ser una forma transformadora de repensar la atención neonatal, promoviendo mejores resultados lingüísticos en los niños nacidos antes de término.

Escuchar desde el vientre influye en la comprensión del lenguaje

Los investigadores recordaron que la audición fetal comienza alrededor de la semana 24 de gestación, en un embarazo de 40 semanas. En ese periodo, los fetos ya son capaces de percibir las voces externas.

Por eso, los bebés a término reconocen la voz de su madre y prefieren el idioma nativo al nacer. Los bebés prematuros, en cambio, no alcanzan esa experiencia auditiva completa.

Mientras permanecieron en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), los recién nacidos escucharon menos palabras y sonidos familiares, explicaron los científicos.

Grabaciones nocturnas para fortalecer el vínculo auditivo

Para compensar esa falta, los investigadores grabaron a las madres leyendo un capítulo del libro Paddington Bear. Luego, reprodujeron esas voces durante la noche en lapsos de 10 minutos, sumando 160 minutos diarios.

El experimento se realizó con 46 bebés prematuros, expuestos durante varias semanas antes de recibir el alta médica.

Las resonancias magnéticas realizadas posteriormente mostraron un desarrollo más avanzado del fascículo arqueado izquierdo, una región clave para procesar y comprender sonidos.

“Me sorprendió lo fuerte que fue el efecto”, dijo Travis. “Detectar diferencias tan temprano demuestra que lo que hacemos en el hospital es importante”.

La exposición corta tuvo un efecto poderoso

La doctora Melissa Scala, neonatóloga del Hospital Pediátrico Lucile Packard de Stanford, destacó que el efecto fue notable pese al corto periodo de exposición.

“Estábamos viendo diferencias medibles en sus tractos lingüísticos. Es poderoso que algo tan pequeño marque una gran diferencia”, afirmó Scala.

El equipo planea ahora aplicar el método con bebés que presenten complicaciones médicas y diseñar estrategias personalizadas para estimular su desarrollo cerebral.

Scala aseguró que escuchar la voz materna también podría ayudar a los padres a sentirse más involucrados. “Incluso si no pueden estar presentes, el bebé los escucha y sabe que están allí”, explicó.

Fuente: siete24.mx

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