¿La Tierra tendrá una segunda Luna? Esto dice la ciencia sobre el 2025 PN7

Los astrónomos estiman que 2025 PN7 permanecerá cerca de la Tierra durante unos 128 años, pero no será una nueva «luna»

Durante los últimos meses, las redes sociales y algunos medios de comunicación han difundido la idea de que la Tierra tendrá “dos lunas” hasta el año 2083. Sin embargo, los astrónomos han aclarado que no se trata de una nueva luna, sino de una cuasiluna, un asteroide que comparte una órbita similar a la Tierra alrededor del Sol.

El asteroide, identificado como 2025 PN7, fue descubierto en agosto de 2025 por científicos españoles desde el observatorio Pan-STARRS, en Hawái. Su hallazgo ha generado gran interés en la comunidad científica, ya que acompañará a la Tierra durante más de un siglo antes de alejarse nuevamente.

Sin embargo, los especialistas han aclarado que el pequeño asteroide 2025 PN7 no es una segunda luna, aunque su movimiento puede dar esa impresión. A diferencia de la luna, que está ligado gravitacionalmente a la Tierra, este objeto orbita al Sol casi al mismo ritmo que el planeta.

De acuerdo con un estudio publicado por la Sociedad Astronómica Americana, 2025 PN7 pertenece a un grupo de asteroides conocidos como “coorbitales”, cuyas trayectorias casi se superponen con la órbita terrestre. Los cálculos indican que el asteroide comenzó a moverse junto a la Tierra hace alrededor de seis décadas y permanecerá acompañándola hasta cerca del año 2090, cuando el Sol modificará gradualmente su curso y lo empujará hacia el espacio profundo.

El cuerpo celeste es diminuto, pues se estima que mide alrededor de 20 metros de diámetro, el tamaño aproximado de un autobús urbano. Su pequeño tamaño explica por qué no fue detectado antes. Los telescopios convencionales no tienen la sensibilidad necesaria para identificar objetos tan tenues y cercanos al resplandor solar.

¿Qué es una cuasiluna y cómo se diferencia de una miniluna?

Aunque el término “cuasiluna” suene reciente, los astrónomos ya han identificado varios objetos con comportamientos similares. A diferencia de las minilunas, que orbitan brevemente alrededor de la Tierra antes de ser expulsadas por la gravedad, las cuasilunas giran en torno al Sol siguiendo casi el mismo camino que nuestro planeta. En otras palabras, se mueven con la Tierra, pero no a su alrededor.

Estas rocas espaciales pueden acompañar a nuestro mundo durante décadas o incluso siglos, dependiendo de las fuerzas gravitacionales del sistema solar. En el pasado se han registrado otras cuasilunas, como Kamo’oalewa, un asteroide que ha intrigado a los científicos porque podría ser un fragmento desprendido de la propia Luna.

La diferencia fundamental radica en que las cuasilunas no están “atadas” a la Tierra; simplemente comparten su órbita. Por esa razón, aunque algunos titulares las llamen “segundas lunas”, en realidad son visitantes temporales que, en un momento dado, seguirán su camino por el espacio.

¿Es peligroso para la Tierra?

El descubrimiento de 2025 PN7 es significativo no por su tamaño o peligrosidad, ya que no representa ningún riesgo para la Tierra, sino por la información que puede ofrecer sobre la evolución del sistema solar interior. Estudiar estos cuerpos ayuda a los astrónomos a entender cómo interactúan los planetas con el material rocoso que los rodea y cómo se forman las trayectorias orbitales compartidas.

Los científicos también señalan que estos objetos pueden servir como “laboratorios naturales” para futuras misiones espaciales. Su proximidad a la Tierra los convierte en candidatos ideales para estudios sobre composición de asteroides, extracción de minerales o prácticas de desvío de objetos potencialmente peligrosos.

Aunque algunos medios afirmaron que la NASA había confirmado la existencia de una “segunda luna”, la agencia espacial no ha emitido ningún comunicado oficial sobre el tema. De hecho, la autoridad encargada de clasificar y nombrar cuerpos celestes es la Unión Astronómica Internacional (UAI), la misma que redefinió a Plutón como planeta enano en 2006.

Los astrónomos estiman que 2025 PN7 permanecerá cerca de la Tierra durante unos 128 años. Si sus cálculos son correctos, el asteroide podría seguir acompañando a la Tierra hasta alrededor de 2093, cuando su órbita comience a desviarse y pierda su sincronía con la del planeta.

Fuente: heraldodemexico.com.mx

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