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La piel rayada de las cebras es un remedio anti moscas natural, y la ciencia no tiene ni idea de por qué

Las cebras no sufren el picor que causan las moscas al posarse sobre el lomo. ¿Sabías que esto es fruto de la presencia de las rayas?

La evolución de las especies no es por casualidad. Al fin y al cabo, miles y miles de años han permitido a las nuevas generaciones contar con algunas de las soluciones más destacadas de épocas anteriores. Por este motivo, hemos podido comprobar cómo hay muchos animales que se han adaptado a las nuevas condiciones de vida adaptando su dieta o, simplemente, respirando de un modo distinto. Esto ha sido fruto de una aclimatación que ha tenido un periodo muy extenso y que, aunque no lo percibamos, sigue produciéndose.

Uno de los casos más curiosos es el de las cebras. Siendo uno de los alimentos más apetitosos para los leones, el rey de la sabana, sigue disfrutando de unos colores muy llamativos. Esta especie de equino destaca, sin duda alguna, por las rayas blancas y negras que posee por todo el cuerpo. ¿Hasta qué punto puede camuflarse para evitar que sus depredadores se fijen en ellas? Lo cierto es que esta alternancia de colores parece tener otra función inesperada. La disposición del cuerpo rayado tiene como finalidad repeler a insectos como las moscas.

Veamos, por tanto, por qué la comunidad científica no ha conseguido establecer el motivo de este mecanismo de defensa, cuáles son las claves para entender la funcionalidad de este dibujo para evitar picaduras y el acercamiento de los insectos y, por supuesto, hasta qué punto nos encontramos ante un anti moscas completamente natural. Para ello, se ha podido disfrutar de una comparativa entre la piel de un impala y la de 2 especies de cebras. ¿Influye el grosor de las rayas a la hora de cumplir con esta función?

La piel repleta de rayas de las cebras evita el acercamiento de las moscas

La naturaleza es sabia y, por tanto, la piel rayada de las cebras tenía que tener alguna que otra ventaja. Es cierto que no estamos ante una especie que, por el momento, se encuentre incluida en la lista de especies en peligro de extinción, pero sí se ha producido un descenso en el número de ejemplares debido al cambio climático. Una de las claves que podría explicar su evolución está directamente relacionada con la capacidad de la piel para repeler a las moscas. Esto, en plena sabana a altas temperaturas, puede llegar a ser muy molesto.

Entre las teorías que han sido propuestas a lo largo de los años se encuentra la mencionada anteriormente. Sin embargo, ha querido llevarse a cabo un estudio en profundidad en Princeton con el objetivo de desvelar la causa de la relación. Se ha podido comprobar cómo sí es cierto que la piel de estos animales repele a las moscas. Para ello, se colgó una piel de un impala y se llevaron a cabo comparativas para ver cuál era la proporción de moscas que se posaba sobre ellas. De acuerdo con Wired, los resultados fueron evidentes.

Aun así, quedaba un estudio alternativo por realizar. ¿Podría influir el grosor de las rayas a la hora de atraer a los insectos? Se pudo contar con 2 pieles distintas derivadas de 2 especies de rayas. El resultado volvió a demostrar cómo apenas tiene repercusión la anchura de las rayas a la hora de cumplir con su función. Esto llevó el debate al siguiente nivel. ¿Cuál es la causa que podría provocar este resultado? El estudio ha terminado por aceptar la idea de ‘la barra del barbero’. ¿Te has fijado en la clásica barra ascendente que hay en la mayor parte de barberías? La ilusión óptica muestra cómo parece generar una predicción sobre qué hay arriba y cuál es la velocidad del movimiento, ¿verdad?

A ojos de las moscas, podría verse esta misma sensación al aproximarse al cuerpo de las cebras. Por este motivo, rechazaría acercarse más por puro instinto. Esta ha sido la teoría que más peso ha tenido de cuantas otras se han propuesto debido, sobre todo, a análisis anteriores que han venido realizándose respecto del campo de visión de estos insectos.

Fuente: mundodeportivo.com