La Nebulosa de la Mariposa anticipa cómo morirá el Sol
Situada a unos 3.400 años luz sus “alas” de gas brillante ya habían sido captadas por el telescopio espacial Hubble, pero nunca con tanto detalle
El telescopio espacial James Webb ha mostrado detalles extraordinarios en el corazón de la famosa Nebulosa de la Mariposa, una de las nebulosas planetarias más llamativas de nuestra galaxia. Situada a unos 3.400 años luz, en la constelación de Escorpio, sus “alas” de gas brillante ya habían sido captadas por el telescopio espacial Hubble, pero las nuevas observaciones de Webb, publicadas en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, van aún más allá: revelan estructuras ocultas y, por fin, localizan la estrella central de la nebulosa.
La Nebulosa de la Mariposa es lo que los astrónomos llaman una nebulosa bipolar: tiene dos lóbulos de gas que se extienden en direcciones opuestas formando las “alas” de la mariposa. En su centro, una densa franja de gas polvoriento llamada toroide actúa como el “cuerpo” de la mariposa. Esta estructura energiza la nebulosa y puede ser la responsable de su forma, al impedir que el gas fluya uniformemente en todas direcciones. La estrella está en expansión porque está muriendo, lo que genera la nebulosa y nos anticipa cómo morirá el sol.
Al combinar imágenes en distintas longitudes de onda con datos de diversos centros, el equipo internacional de investigadores descubrió la estrella central de la mariposa: una de las más calientes jamás encontradas en nuestra galaxia, con una abrasadora temperatura superficial de unos 220.000º Kelvin, unos inimaginables 219.727 °C
El profesor Albert Zijlstra, coautor del estudio en la Universidad de Manchester, declaró: “Este es un descubrimiento extraordinario. Estamos observando una de las estrellas más calientes jamás halladas, un objeto tan esquivo que ni siquiera Hubble pudo detectarlo durante décadas”.
Los datos de Webb sugieren que la estrella central ha estado creciendo durante mucho tiempo. Fuera del toroide, el equipo observó chorros de hierro y níquel expulsados en direcciones opuestas desde la estrella, junto con una estructura multicapa formada por diferentes átomos y moléculas.
Fuente: lavanguardia.com