Los dos primeros astronautas transportados a bordo de la nave espacial estadounidense entraron a la Estación Espacial Internacional
Los dos primeros astronautas transportados a bordo del Starliner, la nave espacial de la gigante aeronáutica estadounidense Boeing, entraron la semana pasada en la Estación Espacial Internacional (EEI), pese a un retraso por problemas con el sistema de propulsión.
“Qué gran lugar para estar, es genial estar de vuelta aquí”, dijo sonriente Butch Wilmore, astronauta de la agencia espacial estadounidense Nasa. Wilmore, de 61 años, junto con Suni Williams, de 58, realizaron así su tercera visita a la EEI en la primera misión tripulada del Starliner, un gran reto para el gigante aeroespacial, así como para la Nasa.
Hace diez años, la agencia espacial estadounidense encargó dos nuevos vehículos a Boeing y SpaceX para transportar a sus astronautas a la EEI. Mientras que SpaceX lleva ya cuatro años actuando como taxi espacial, el programa de Boeing lleva años de retraso.
Los astronauta despegaron desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral el miércoles pasado, en lo que fue el primer vuelo tripulado del Starliner.
Los astronautas Wilmore y Williams se unieron a siete personas que ya están a bordo de la EEI y pasarán aproximadamente una semana en el laboratorio orbital, antes de regresar a la Tierra dentro del Starliner. Wilmore y Williams tienen años preparándose para esta misión. Horas antes del despegue, pilotaron temporalmente la nave para probar su funcionamiento.
“La precisión es verdaderamente increíble”, declaró el miércoles Wilmore, en una grabación retransmitida por Boeing. “Incluso más que un simulador”.
La Nasa y Boeing anunciaron un retraso en el retorno del Starliner a la Tierra, que no será “anterior al martes 18 de junio para la prueba de vuelo con tripulación Boeing de la agencia”.
”El tiempo adicional en órbita permitirá a la tripulación realizar una caminata espacial el jueves 13 de junio, mientras los ingenieros completan las comprobaciones de los sistemas”, explicaron la Nasa y Boeing.
Esta misión se esperaba desde hace años y representa un gran desafío para Boeing y la NASA, que busca certificar a la compañía como un segundo operador comercial para transportar sus tripulaciones a la EEI.
Sin embargo, el programa de la gigante aeronáutica ha enfrentado años de retrasos y adversidades. SpaceX, su rival propiedad del magnate Elon Musk, ha venido desempeñando este rol de viajes a la EEI desde hace cuatro años.
Fuente: eltiempo.com