La interacción de dos proteínas que participan en la percepción del frío

Un equipo de neurocientíficos argentinos ha identificado cómo dos moléculas cooperan para permitir una apropiada inervación de la piel por parte de los axones de neuronas sensoriales y permitir un adecuado procesamiento de los estímulos térmicos, en especial, del frío.

El estudio, publicado en la revista académica Development, fue realizado en ratones. Y las moléculas en cuestión, las proteínas Lrig1 y Lrig3, podrían ser “potenciales blancos terapéuticos para, promover la regeneración neuronal”, indicó el doctor en Biología Gustavo Paratcha, del Instituto de Biología Celular y Neurociencia Profesor Eduardo de Robertis (IBCN) en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en Argentina.

A partir de experimentos moleculares y de comportamiento, los investigadores comprobaron que alteraciones en la expresión de las proteínas Lrig1 y Lrig3 generan un desarrollo anormal de la conectividad neuronal y la inervación de la piel que finalmente afecta al comportamiento sensorial del ratón adulto.

“En la primera parte de nuestro trabajo establecimos que Lrig1 y Lrig3 funcionan como inhibidores de la función del factor neurotrófico GDNF, una molécula que favorece la sobrevida y el crecimiento axonal de neuronas sensoriales”, explicó la doctora en Biología María Fernanda Ledda, también coautora del trabajo y jefa del Laboratorio de Neurobiología Celular y Molecular de la Fundación Instituto Leloir (FIL).

En un segundo paso, los científicos observaron que la alteración de los genes Lrig1 y Lrig3 es como un freno que se levanta y que promueve el crecimiento axonal de las neuronas sensoriales inducido por GDNF, lo que potencia su inervación en la epidermis e incrementa así la respuesta conductual al frío.

“Nuestros hallazgos permiten hipotetizar que la desregulación de las proteínas Lrig1 y/o Lrig3 en estas neuronas podría contribuir a defectos de la inervación sensorial”, puntualizó Paratcha. Y concluyó: “Debido a que el tratamiento de las neuronas sensoriales periféricas con GDNF mejora los defectos de inervación cutánea causados por diabetes, nuestros hallazgos acerca de la función de Lrig1 y Lrig3 permiten posicionar a estas moléculas como potenciales blancos para favorecer la regeneración sensorial”.

También participaron en la investigación Ana Paula de Vincenti (primera autora), Fernando Alsina y Facundo Ferrero Restelli, del IBCN; y Håkan Hedman, de la Universidad Umeå, en Suecia.

Fuente: noticiasdelaciencia.com