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La genómica desentraña el misterio evolutivo de un molusco singular

La concha colmillo, un molusco de concha tubular que se encuentra en todos los océanos, ha desconcertado mucho tiempo a los científicos por su extraña forma y su incierta historia evolutiva.

Pero un nuevo estudio genómico publicado en PNAS finalmente ha desvelado las capas de estas enigmáticas criaturas.

Las conchas colmillo exhiben un mosaico de características morfológicas y de desarrollo que se asemejan a las de otros linajes de moluscos, como tentáculos que se asemejan a los brazos de los nautilos (cefalópodos), una forma única de desarrollo de la concha similar a la de las almejas (bivalvos) y una cabeza parcialmente degenerada, que aparentemente representa un estado intermedio entre las almejas (bivalvos «sin cabeza») y los caracoles (con la cabeza bien desarrollada, gasterópodos).

Estas características han intrigado a los científicos durante décadas, ya que sugieren diferentes ideas sobre la historia evolutiva de las conchas de los colmillos.

Los investigadores secuenciaron los genomas completos de dos especies de conchas colmillo y los compararon con otros moluscos como almejas, caracoles y nautilos. El análisis revela que las conchas colmillo están más estrechamente relacionadas con bivalvos como las almejas que con cefalópodos como los nautilos o gasterópodos como los caracoles, lo que revierte suposiciones anteriores.

«Esto realmente reorganiza nuestra comprensión de cómo estos moluscos inusuales encajan en el árbol evolutivo», dijo el Dr. Hao Song del Instituto de Oceanología de la Academia China de Ciencias (IOCAS), primer autor del estudio, citado por Diario del Pueblo online.

Este descubrimiento, junto con un cuidadoso análisis del reloj molecular, también impulsa la reinterpretación de muchos fósiles cámbricos importantes pero controvertidos que muestran similitudes tanto con las conchas colmillo como con las almejas. También proporciona información importante sobre cómo evolucionaron los planes corporales únicos de las conchas y las almejas.

«Al leer su ADN, finalmente podemos desentrañar cómo surgieron estos extraños moluscos antiguos», dijo el Dr. Hao Song. «Más importante aún, nos ayuda a comprender mejor la propia explosión cámbrica».

Fuente: europapress.es