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La estimulación nerviosa mejora el aprendizaje de idiomas

Un dispositivo creado por especialistas estadounidenses estimula de forma no invasiva el nervio vago: facilita el reconocimiento de sonidos y mejora la capacidad para aprender nuevos idiomas. Podría aplicarse además en la rehabilitación de personas que han sufrido un daño cerebral, entre otros usos.

Neurocientíficos de la Universidad de Pittsburgh y de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) han desarrollado un sencillo dispositivo, similar a un auricular, destinado a estimular el nervio vago de forma imperceptible para el usuario. Según una nota de prensa, dicha estimulación facilita el reconocimiento de sonidos y mejora la capacidad para aprender nuevos idiomas.

Algunos idiomas se vuelven extremadamente complejos para los estudiantes por la incorporación de tonos que marcan variaciones de significado en las palabras, incluso en vocablos idénticos o muy similares que se utilizan en múltiples contextos. Sin dudas, disponer de una mejor comprensión de estos tonos y poder diferenciarlos sería de gran utilidad y simplificaría el aprendizaje de nuevos idiomas.

La investigación de los especialistas estadounidenses concluyó que si se estimula de forma no invasiva el nervio vago, el más extenso de los doce nervios craneales que conectan al cerebro con el resto del cuerpo, es posible mejorar la comprensión de los sonidos y optimizar el aprendizaje de idiomas. Además, con la estrategia de intervención correcta esta técnica también podría tener otras aplicaciones en el campo de la educación y la salud.

Los investigadores denominaron a su técnica no invasiva como estimulación transcutánea del nervio vago (tVNS). Consiste en la colocación de un diminuto dispositivo en el oído externo, a través del cual se envían pulsos eléctricos imperceptibles para el usuario hacia el nervio vago, logrando estimular una de las ramas contiguas al nervio.

Mejoras en el aprendizaje

Para probar el dispositivo, los expertos estadounidenses realizaron evaluaciones en estudiantes angloparlantes de chino mandarín, que presentan serias dificultades de aprendizaje de ciertos tonos que caracterizan a este idioma oriental. Los resultados fueron contundentes: los alumnos rápidamente comenzaron a mostrar mejores resultados que otros estudiantes no estimulados, incrementando en un 13% su comprensión de los tonos.

Estos resultados ya demuestran que el dispositivo es eficaz, no solamente en cuanto a los contenidos sino también en términos de autoconfianza, ya que se sabe que uno de los principales escollos a superar al aprender un nuevo idioma son las trabas psicológicas que aparecen desde las primeras lecciones. Si el estudiante aprecia avances, es mucho más probable que siga adelante con el aprendizaje.

Sin embargo, los neurocientíficos ya están trabajando para seguir optimizando esta nueva tecnología, buscando que pueda colaborar en la comprensión y diferenciación de tonos aún más complejos que se usan en chino mandarín. Al mismo tiempo, se destacó que la técnica podría tener muchas otras aplicaciones.

Comprensión del mecanismo neural

Aunque la estimulación del nervio vago se ha utilizado en el tratamiento de la epilepsia y se han indicado sus ventajas para afrontar patologías como la depresión, en todos los casos se habla de técnicas invasivas. Por el contrario, la estimulación transcutánea del nervio vago (tVNS) es una metodología no invasiva y tendría aplicaciones en la rehabilitación de personas que han sufrido un derrame cerebral, entre otras posibilidades.

Por último, los investigadores destacaron que es crucial comprender el mecanismo neural que entra en funcionamiento, para establecer así los parámetros de estimulación indicados para maximizar la plasticidad cerebral de acuerdo a cada necesidad de aprendizaje o tratamiento.

Fuente: tendencias21.levante-emv.com