La ciencia relaciona las pesadillas frecuentes con una muerte prematura
Son muchas las personas que tienen problemas a la hora de dormir, despertándose en mitad de la noche una o varias veces como consecuencia de diferentes pesadillas que se pueden sufrir, y que pueden venir motivadas por diferentes causas, pero tras ellas puede haber cierta explicación.
Ahora ha sido la ciencia la que se ha encargado de relacionar las pesadillas frecuentes con una muerte prematura. Aunque habitualmente no se les da demasiada importancia a estos sueños, poco a poco pueden acabar por ocasionar un grave problema sobre nuestra salud.
Las pesadillas al dormir y su impacto en la salud
Muchos se preguntan cómo evitar las pesadillas, que son para algunos todo un problema por las consecuencias que tienen en quien las sufre. Despertarse sobresaltados en mitad de la noche en una o varias ocasiones nunca es de buen gusto, menos aún si tenemos en cuenta que pueden tener un impacto negativo sobre nuestra salud.
Las pesadillas al dormir se relacionan con un envejecimiento más rápido, así como con la muerte prematura. Asimismo, se ha podido conocer, a través de un estudio realizado en adultos y niños, que estas aumentan la posibilidad de morir antes de los 70 años.
Las pesadillas aumentan el riesgo de muerte prematura
En el Congreso 2025 de la Academia Europea de Neurología (EAN), los investigadores realizaron un estudio para comparar las pesadillas y el riesgo de muerte prematura. El neurocientífico Abidemi Otaiku, del Imperial College de Londres y autor del estudio, recalcó que «nuestros cerebros dormidos no pueden distinguir los sueños de la realidad»
Además, destacó que las pesadillas provocan un aumento del ritmo cardíaco, haciendo que despertemos con sudor y al mismo tiempo se genere estrés. Los investigadores realizaron un seguimiento de la frecuencia de las pesadillas de niños y adultos durante periodos de tiempo de hasta 19 años.
Envejecimiento biológico acelerado por las pesadillas
Tener pesadillas puede provocar una enfermedad y favorecer distintos problemas de salud. Los resultados del estudio arrojaron que tanto los niños como los adultos que sufren pesadillas con frecuencia experimentan un envejecimiento biológico acelerado. Este es un hecho que puede llegar a resultar preocupante, sobre todo por quienes las sufren de una manera continuada en su día a día, donde además se verán mermados en su rendimiento.
Los adultos que las sufrían semanalmente tenían más del triple de posibilidades de morir antes de los 70 años que aquellos que nunca tenían pesadillas. El envejecimiento biológico más rápido representaba alrededor del 40% de ese mayor riesgo de mortalidad temprana.
Las pesadillas elevan el cortisol
En el estudio se pudo encontrar cómo las pesadillas provocan elevaciones prolongadas de cortisol, una hormona del estrés estrechamente relacionada con un envejecimiento celular más rápido. Para quienes sufren pesadillas con frecuencia, este estrés acumulado puede influir de forma significativa en el proceso de envejecimiento.
Es por ello por lo que, en el caso de que se presenten problemas frecuentes con pesadillas, es necesario tomar medidas para tratar de combatir el problema, ya que podría tener consecuencias a largo plazo sobre la salud y la mortalidad. Conviene atajar el problema antes de que sea demasiado tarde.
Las pesadillas afectan a la calidad y duración del sueño
Los expertos destacan que las pesadillas alteran tanto la calidad como la duración del sueño, perjudicando a la esencial restauración y reparación celular del organismo durante la noche, por lo que pueden convertirse en un problema de cara al envejecimiento. Además, como se ha podido ver con los estudios mencionados, podría haber casos de muerte prematura.
Los efectos combinados del estrés crónico junto a la interrupción del sueño que ocasionan estas pesadillas contribuyen, según los estudios, a acelerar el envejecimiento de las células y del organismo. Queda claro que el análisis de la forma en la que dormimos nos da muchos datos acerca de la salud, pero también acerca del carácter de la persona.
¿Qué son las pesadillas?
Una pesadilla es un sueño perturbador que se relaciona con sensaciones negativas como la angustia y la ansiedad, que provoca alertamientos y despertares durante el sueño. Los científicos han estudiado este fenómeno y consideran que se trata de una especie de «entrenamiento» ligado con la supervivencia.
La mayoría de ellas suelen producirse durante la segunda parte de la noche, siendo episodios asociados al sueño REM. Se consideran un tipo de Parasomnia y son más frecuentes en personas con parientes próximos con el mismo problema u otras alteraciones del sueño, como sonambulismo y somniloquia. Por lo tanto, hay señales que nos pueden llevar a poder pensar en su aparición.
¿Por qué causan tan mala sensación las pesadillas?
Las pesadillas son sueños de contenido perturbador o desagradable que se perciben como muy reales. Además, el contenido suele estar relacionado con cuestiones de supervivencia, miedos, desastres, muertes… Muchos de estos sueños nos despiertan y sentimos sensación de ansiedad, enfado, disgusto, miedo, y se acompañan de palpitaciones y/o sudoración profusa.
Se caracterizan porque al despertar recordamos el contenido y se puede incluso en algunos casos recordar el sueño con todo detalle. Se considera, por tanto, un desorden o trastorno con alteración del sueño cuando su frecuencia es alta, produce sensaciones desagradables durante el día al recordarlas, miedo por dormir, etcétera.
Factores que pueden desencadenar las pesadillas
No se conoce exactamente la causa, pero hay algunos factores que pueden desencadenarlas, como son el estrés y la ansiedad, los problemas con familiares o amigos, fallecimiento de seres queridos…, así como traumas como consecuencia de enfermedades, abusos sexuales o psicológicos. También pueden venir causadas por otras causas como la privación del sueño, que se da cuando tenemos cambios frecuentes en horarios de dormir, falta de descanso, insomnio, etcétera.
Asimismo, pueden venir ocasionadas por patologías como las apneas del sueño, la narcolepsia, el alcoholismo o privación alcohólica, mientras que tanto las bebidas alcohólicas como otras drogas pueden provocar su aparición. En caso de sufrir trastornos mentales, estados depresivos, enfermedades cardiovasculares o cáncer, también pueden llegar a darse, al igual que con algunas medicinas.
Fuente: que.es