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Impactante hallazgo arqueológico: descubren un cementerio de guerreros que cayeron en batalla contra una civilización nómada en Asia

Arqueólogos hallan en Mongolia una fosa común con restos de soldados ejecutados hace más de 2,100 años tras una batalla contra los Xiongnu, un temido pueblo nómada de Asia

Un equipo de investigadores ha descubierto un cementerio de guerreros en el sitio arqueológico de Bayanbulag, Mongolia. Se trata de los restos de soldados de la dinastía Han que participaron en el conflicto Han-Xiongnu, una serie de enfrentamientos ocurridos entre el 133 a.C. y el 89 d.C. La fosa común contenía esqueletos con signos de desmembramiento, decapitación y amputaciones que revela una ejecución despiadada tras su captura.

El hallazgo arqueológico publicado en el Journal of Archaeological Science, destaca la importancia de estos restos humanos para comprender los enfrentamientos entre el Imperio Han y los Xiongnu, un pueblo nómada que dominó la estepa euroasiática durante siglos. Los análisis genéticos y forenses revelaron que los soldados provenían de diversas regiones del norte de China, lo que confirma que formaban parte del ejército Han desplegado en la frontera para resistir las incursiones Xiongnu.

¿Quiénes eran los guerreros enterrados en la fosa común?

Los esqueletos encontrados pertenecen a soldados de la dinastía Han, el imperio que gobernó China entre el 206 a.C. y el 220 d.C. Se estima que los hombres eran parte de la guarnición enviada a proteger la frontera norte de incursiones de los Xiongnu, quienes buscaban expandir su dominio sobre la región.

Los análisis genéticos confirmaron que estos guerreros compartían similitudes con la población del norte de China, lo que refuerza la teoría de que eran tropas reclutadas en distintas partes del imperio. La ubicación de la fosa en Bayanbulag, una antigua fortaleza Han construida en el 104 a.C., sugiere que la batalla ocurrió en este sitio estratégico, cerca de la actual frontera con China.

¿Cómo fueron encontrados los guerreros en el cementerio?

La excavación reveló que la fosa común fue reutilizada a partir de una antigua cantera de extracción de arcilla, lo que explica la disposición caótica de los restos. Los esqueletos estaban apilados en diferentes niveles dentro del pozo, con evidencias claras de que fueron enterrados sin un orden específico.

Entre los restos, los arqueólogos identificaron al menos 17 cráneos, todos de hombres adultos. La mayoría de los esqueletos presentaba fracturas, cortes profundos en los huesos y ausencia de extremidades. Algunos cadáveres fueron hallados en posición de rodillas, lo que sugiere ejecuciones en masa. Un detalle macabro es que al menos uno de los cuerpos fue decapitado y su cabeza nunca apareció, lo que podría indicar que los Xiongnu se la llevaron como trofeo de guerra.

¿Qué reveló el análisis de los esqueletos encontrados?

El estudio incluyó análisis de ADN antiguo y pruebas isotópicas, que permitieron identificar el origen de los guerreros Han y reconstruir sus últimos momentos. Los resultados mostraron que los soldados crecieron en distintas regiones de China y fueron trasladados hasta la fortaleza de Bayanbulag, confirmando que participaron en la defensa de la frontera contra los Xiongnu.

Los investigadores también identificaron signos de ejecución por desmembramiento, considerada en la cultura Han como la forma más humillante de morir, ya que se creía que impedía la reencarnación del alma. Sin embargo, los sobrevivientes del ejército Han intentaron recuperar los cuerpos y reunir los restos dispersos en la fosa común, respetando las creencias funerarias de su tiempo.

Fuente: larepublica.pe

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